odiamos los lunes
Por décadas se ha considerado al lunes como el peor día de la semana.

Pero, ¿en verdad lo es? Todas las semanas te pasa lo mismo: llega el fin de semana y te sientes amo y señor del universo, pero al llegar la noche del domingo en tu cabeza, comienza a rondar la idea que toda la semana va a estar pesadísimo. Los lunes son terribles y no sólo lo decimos nosotros, lo dice (Garfield y) la ciencia.

Tenemos sueño todo el día
La famosa frase “este fin de semana duermo todo el día” no es más que un error. Especialistas explican que es imposible recuperar las horas de sueño durmiendo mucho durante el fin de semana. Incluso señalan que este drástico cambio de hábitos de un día para otro, sólo genera que luego de haber dormido demasiado un sábado nos cueste aún más despertarnos el lunes.

Blue Monday.
Oficialmente el día más triste del año. La conclusión de que una fecha en concreto del mes de enero sea la más fatídica del calendario sale de unir factores como el mal tiempo, la precaria situación económica personal tras los fuertes gastos de navidad, y la constatación de que no estamos cumpliendo nuestras resoluciones de año nuevo.

No estamos preparados para los problemas.
Tras consultar a un grupo de trabajadores cuál era el día de la semana en que tenían más problemas, especialistas hallaron que un alto porcentaje de la muestra daba como respuesta el lunes. Al respecto, los científicos señalaron que el punto no es la cantidad de dificultades que pudieran surgir el lunes, sino que por venir del fin de semana, los profesionales no están del todo preparados para hacerles frente.

Te sientes mal.
Los fines de semana están asociados no sólo al descanso sino también al cuidado personal, tareas domésticas, ocio y momentos de socialización. Los fines de semana vemos familia y amigos que no vemos entre semana, hacemos cosas en casa que no podemos hacer otro día, comemos más, tomamos más, fumamos más y hacemos cosas que, en general, nos distienden y nos hacen sentir bien. Cuando debemos prepararnos para el lunes, no sólo abandonamos esos hábitos, sino también esa sensación de bienestar con nosotros mismos.

Pagamos los excesos
Los fines de semana comemos de forma menos saludable, además de que tomamos y fumamos más. Esto tiene un impacto en nuestro físico e incluso ocasiona que nos encontremos menos atractivos si nos vemos en un espejo un lunes por la mañana.

¿Del 1 al 10 que tanto odias los lunes?