The National regresa al Foro Sol, un lugar donde ya tocaron (Vive Latino 2011).

Sí, sí. Estuvo muy divertido. Ese festival estuvo bastante… loco (risas).

¿Les gustan más los escenarios así de grandes? ¿O prefieren lugares más pequeños y más íntimos?

Los dos tienen lo suyo. Son muy, muy diferentes. Aunque lo ideal para nosotros es tocar en algún teatro, con buen sonido y… Pues sí, tal vez ese sea el mejor tipo de escenario para nuestra banda, aunque también hemos disfrutado los grandes conciertos en los grandes festivales.

¿Cómo tomaron la noticia de que Trouble Will Find Me terminó en diversas listas de lo mejor del año?

Pues mira, realmente no pensábamos en eso mientras estábamos haciendo el álbum. Pero claro que nos gusta la idea de que le haya ido bien y que la gente lo haya disfrutado tanto; aunque estas cosas siempre terminan siendo una sorpresa.

Pero esto no les mete ningún tipo presión, ¿o sí? Es sólo una buena noticia.
Sí, lo es. Nunca pensamos en algo tan específico como “tenemos que hacer el álbum del año”, pero a la vez, también esto es algo que toda banda quiere, hacer un álbum que mucha gente disfrute.

Hay gente que ha definido su sonido como simple. ¿Es así como ustedes lo perciben?
Mmm, no sé. Yo creo que al principio empezamos intentando hacer canciones más complejas y ya luego le vamos quitando cosas, para que quede lo que en realidad estamos buscando.

¿Es un proceso de simplificación, entonces?

No sé si “simplificar” sea la palabra. Lo nuestro, lo que nosotros intentamos hacer es que nuestras canciones conecten con el público de una manera emocional. Y creo que eso tiene que ver con nuestra personalidad. Nuestra música no es tan impulsiva, es mucho más meditada. 

También hay gente que dice que su música es oscura, pero creo que es más nostálgica y melancólica.

Sí. Yo creo que eso es bastante preciso. No pienso que nuestra música sea oscura. Puede que tenga notas menores, y que la voz de Matt sea grave y que sus letras sean melancólicas, como ya lo dijiste, pero yo pienso que nuestra música es esperanzadora. ¿O reflexiva?

Sí. “Reflexiva” me parece un muy buen término. Los fragmentos de la letra, las líneas del bajo, la batería… Todo crea esa atmósfera nostálgica. ¿Te consideras una persona nostálgica?

Sí, definitivamente lo soy (risas).

¿Y los demás? ¿Todos lo son?

Creo que sí lo somos porque hemos estado… (Pausa) Es que de alguna manera somos familia y es que también somos literalmente una familia. Entonces hemos pasado tanto tiempo juntos, y hemos vivido tantas cosas juntos como amigos, como familia y como banda, que creo que es imposible separar todas esas experiencias de lo que hacemos creativamente, ¿ya sabes? Todo eso se convierte en ideas y música… ¡No que todo esto sea específicamente autobiográfico! Pero sabes a lo que me refiero… Ya llevamos haciendo esto por tanto tiempo que se ha convertido en nuestra vida.

A veces, como público, su música nos transporta a lugares diferentes. ¿A dónde se va tu mente mientras tocas?

Pues mira, yo intento involucrarme emocionalmente con la canción mientras la estamos tocando. Pero esto a veces puede ser un distractor, ¿ya sabes? No te quieres clavar demasiado en la canción mientras la estás tocando porque te puedes viajar en su significado, o en el sentimiento… O si está saliendo muy mal (risas). No, no. Sí hay una distancia profesional que tienes que mantener con la canción, pero básicamente sólo te quieres divertir mientras estás ahí arriba y ver cómo la gente es la que se emociona con tus canciones. Pero sí, eso es lo que más disfruto: tocar con toda la banda.

Ya entrados en este tema, ¿qué estación del año sería The National?

Probablemente… No, definitivamente sería otoño o invierno. ¿Sabes a lo que me refiero? Nada que ver con el verano y la playa. Por más que me encanten, nuestra música definitivamente tiene que ver mucho más con un proceso frío. No sé…

¿Cuál sería tu escenario perfecto para dar el concierto de tus sueños?

Nunca había pensado en eso. Es que ya hemos tocado en tantísimos lugares (risas). Probablemente en un anfiteatro. Es que, ya sabes, siempre estamos vestidos de traje (risas). Sería con el clima perfecto, 21ºC. Justo después de que se meta el sol. Básicamente ese es el escenario al cual a más me gustaría ir a mí a ver un concierto. En el desierto también podría estar bueno, tal vez.

Si pudieras escoger a una banda para poder enfiestarte con ellos durante la última noche de este año –sin importar si están vivos o muertos–, ¿a cuál elegirías?

¿Una banda? ¡Muy buena pregunta! Yo diría que… O The Grateful Dead en 1977… o a New Order en los ochenta.

¿New Order en los ochenta?
(Risas) Sí, ¿ya sabes? En los ochenta-y-pocos. Justo en sus inicios. Justo cuando se acaban de juntar.