Cuando el cantante británico Matty Healy agarró a su compañero de banda Ross MacDonald para darle un beso en el escenario durante su concierto en Malasia el pasado viernes (21 de julio), luego de un discurso que criticaba las leyes anti-LGBTQ del país; probablemente pensó que era un acto de protesta y solidaridad. Pero para muchos en la comunidad LGBTQ de Malasia, fue todo lo contrario.

El concierto de The 1975, que fue la actuación principal en el festival Good Vibes de Kuala Lumpur, ha provocado una ola de críticas y consternación de la comunidad, que dice que las acciones de Healy podrían haber hecho más daño que bien a un grupo vulnerable amenazado por la represión del gobierno conservador de Malasia.

Los actos homosexuales son ilegales en la mayoría musulmana de Malasia y se castigan con multas y hasta 20 años de prisión. Después del espectáculo de The 1975, las autoridades cancelaron el resto del festival de música de tres días, citando la “conducta y los comentarios controvertidos” de Healy.

Ahora, algunos músicos y vendedores del fallido Festival Good Vibes están preparando una demanda colectiva en contra The 1975, buscando una compensación económica por las pérdidas que sufrieron tras la cancelación del evento.

Si bien a los artistas internacionales se les pagó en su totalidad antes del evento, los términos de pago difieren para los artistas locales, dijo a NME un representante del promotor del festival, Future Sound Asia.

Los comentarios de Healy han generado críticas de los malasios LGBTQ+ por obstruir el trabajo de los activistas locales, pero el apoyo de otros, incluido Peter Tatchell, por resaltar los abusos contra los derechos humanos en el país.

Future Sound Asia ha dicho que teme que el incidente “erosionará la confianza de los promotores musicales y varias partes interesadas en la industria del entretenimiento en vivo en todo el país y amenazará la estabilidad de nuestra floreciente escena de artes en vivo”.