Uno de los eternos debates que giran alrededor de las películas de los X-Men es el de los trajes. Cuando la primera película de los mutantes de Charles Xavier tuvo su estreno en cines en el año 2000, el director Bryan Singer defendió la imagen de los uniformes negros de cuero por motivos de estética; en otras palabras, se ven mejor en el cine que un spandex de amarillo y azul. ¿Te imaginarías a Hugh Jackman vistiendo su tradicional traje de los comics?

¿Ya sabes por qué Edie Campbell es nuestra nueva musa?

La ironía es que, en su intento de acercarse lo más posible al realismo, ni los mismos actores se podían mover en sus uniformes. Aquí en el video podemos ver cómo los X-Men son incapaces de saltar sobre un simple obstáculo porque los uniformes están demasiado apretados. ¡Eso no es un superhéroe! En cambio, tanto Deadpool como X-Men: Primera generación demostraron que colores vistosos como el amarillo no tienen problemas en dar el brinco a la pantalla grande.