¿Tus amigos son para siempre o para un rato? Sólo los que han tenido una relación de amistad bastante fuerte e importante podrán comprender los beneficios que les han dejado. La neta, al tener amigos así, sabrás que estás preparado para cualquier tipo de entorno social, desde la convivencia con gente que te odia, hasta cuando empiezas una relación de amor. En fin, checa las demás cosas positivas que te dejan.
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Los enormes beneficios de una amistad fuerte
1. Sabes aceptar verdades. Tus amigos reales jamás serán hipócritas contigo ni te halagarán con palabras falsas; al contrario, suelen ser los más crueles y directos, con los que al principio te enfadabas cuando te decían tus cosas. Si no los abandonaste, habrás formado una amistad sólida.
2. Comprendes la conexión entre personas. Entiendes cuando tu mejor amigo se siente mal, cuando es prudente hablarle o no. Algo incomprensible para el entendimiento humano, pero que a la larga te traerá muy buenos beneficios.
3. Sabes que debes estar bien contigo mismo antes de querer a alguien. ¿Cómo te has dado cuenta en tu amistad? Sencillo, sabes que cuando te sientes mal, sueles estar irritado y lastimas a los demás.
4. Te has dado cuenta que quien te quiere te escucha. Y por ende, son de las cosas simples que te calman y te hacen sentir bien. Deseas a alguien que quiera escuchar siempre y has comprendido que debes ser igual con alguien más.
5. En las buenas y en las malas. No todo es drama y sufrimiento, pero si alguien te acompaña es mucho más sencillo. Igualmente, compartir risas, de esas en las que terminas llorando, es de lo mejor cuando se siente cariño real.
6. Compartiendo el silencio. Los éxitos son increíbles cuando estás con quien más quieres, pero hasta lo más mundano como estar sentados sin decir ni hacer algo, son fantásticos. Ahora sabes cómo reconocer a alguien bueno para ti.
7. Ya no te dejas de nadie. Porque la diferencia entre las amistades fuertes con las pasajeras, es que en las segundas estaban aquellas personas que te hicieron sentir menos.
8. Reconoces el dolor sano del insano. En las relaciones tóxicas te sientes mal todo el tiempo, en las sanas, sabes que te duele cuando ves sufrir al otro.
9. No mientes con tu personalidad. Quien te acepte como eres es quien vale la pena; quien quiera cambiarte deberá buscar a alguien más.