Unas gráficas publicadas por Vocativ revelan algo alarmante sobre el estado de la industria musical: parece vivir su momento más racista de la historia. Desde 1981 no habíamos tenido tantos artistas blancos dominando el espectro de las grandes listas de popularidad, mientras que a la par, al menos Estados Unidos, nunca había tenido tanta diversidad étnica, ni crecimiento de comunidades como la hispana que en muy poco años dominará las franjas de población más jóvenes en el país.

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El ejemplo más claro de este problema son los Grammy que un año premian ventas sobre talento (véase Macklemore & Ryan Lewis triunfando sobre Kendrick Lamar) y otro premian supuesto talento sobre ventas con Beck sobre Beyoncé y su disco que no solo rompió récords, sino que cambió todo un paradigma sobre la venta de discos en la industria. ¿Mera casualidad?

Mira estas gráficas y decide tú mismo… ¿El racismo está más fuerte que nunca en la industria musical?

¿Crees que el racismo esté afectando el flujo de la industria musical?

Vía Vocativ.