¿Para qué entrar a Internet y buscar música nueva si una sencilla banca en el parque te lo puede recomendar y dar? En Francia, existe una banca (sí esa cosa en donde te sientas), que no es nada común. Se llama Bibliophonie y es un simple asiento para descansar cerca de la biblioteca L’Autre Lieu, que te atiende con sonido, texto y luz para la gente que pasa por ahí.
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Creada por la diseñadora Isabelle Daeron, este proyecto público es para que las personas se sienten, presionen un botón y escuchen música y lean textos, los cuales son elegidos por el equipo de trabajo de la biblioteca.
¿Y si paseas de noche? También se pensó en eso: la banca tiene luz propia; Bibliophonie es un espacio que actúa como una tentación para que se explore lo que hay dentro de la librería: es un punto público de reunión que hace que la gente se conecte con la comunidad.
Este lado del charco necesita una Bibliophonie.
Vía Inhabitat