¿Eres de esos sonámbulos que siempre acaba en el refrigerador? ¿Crees que no hay mejor comida que un snack de medianoche? Estás haciéndote mucho, pero mucho daño. Un nuevo estudio del Salk Institute dice que extender los periodos de ingesta calórica puede llevar a padecer diabetes y obesidad. En otras palabras, comer después de cenar le hace mucho daño a tu cuerpo. Para probar los efectos de los horarios en los que comemeos en el cuerpo, los investigadores detrás de este estudio hicieron un experimento con ratones.

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Durante un tiempo, le dieron una dieta alta en grasa a dos grupos de ratones. Los primeros podían comer únicamente durante 8 horas al día y los otros podían comer en periodos más largos de tiempo. Sorprendentemente, aunque comían lo mismo, los ratones que solamente tenían 8 horas para hacerlo tenían un cuerpo más saludable.

Los investigadores detrás del estudio recomiendan que aún cuando no tienes tiempo o manera de tener acceso a una dieta saludable, por lo menos modifiques tus hábitos para consumir tus alimentos en un periodo de entre 8 y 10 horas. A ponerle candado al refri por las noches y aguantarse el hambre en la cama porque esa última rebanada de pizza antes de dormir te podría salir muy, pero muy cara.

Vía Science Blog.