La excentricidad en el mundo del pop
Vean una foto de Katy Perry en los días de su segundo disco en comparación con como se veía para la promoción de Teenage Dream. En cuestión de dos años pasó de verse como una intérprete pop cualquiera a una reina del mundo de caramelo con pelucas azules y un sostén lanzador de crema chantillí.
Rihanna otro claro ejemplo del cambio, en 2007 apenas empezaba a mostrarse un poco reveladora y para 2009 ya aparecía con “vestidos” hechos de púas y con parches en el ojo.
En el lejano 2008 ni siquiera figuraba Nicki Minaj y para el 2010 ya era uno de los personajes más importantes del hiphop (o deberíamos decir hippop), uno que emulaba la extravagancia de Lady Gaga.
La llegada de Lady Gaga cambió la forma en la que se tenían que presentar los productos pop, ya no bastaba con usar atuendos provocadores, había que ser extraño, pintarse el pelo de colores fuera de lo normal y usar un vestido de carne, cupcakes o algún otro producto perecedero.