Vas a cualquier fiesta, pero eso no significa que seas el más prendido, ni el que más la disfrute ni el que salga seguido. Estos problemas sólo podrán comprenderlos los que son todo menos “el alma de la fiesta”. Porque sólo tú sabes que no todas las fiestas te van a divertir.
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Problemas que entienden los que no son “el alma de la fiesta”
1. Te preguntas por qué aman al “alma de la fiesta”. Comúnmente es alguien que tiene una personalidad muy contraria a la tuya y hasta llegas a considerarlo desesperante. Todos te consideran un hater por pensar eso.
2. No sabes cómo sobrevivir cuando todos están ebrios. Te llega a pasar que todos están súper mal en la fiesta y no tienes idea de qué hacer con puro ebrio sin control. Es muy difícil la relación sobrio-borracho.
3. Tienes sueño a las doce. Ya no puedes con el sueño y, cual cenicienta, quieres huir a las doce de la noche.
4. Eres selectivo con tus fiestas. Si sabes que van a poner la nefasta música de antro, prefieres no ir. Para ti, la fiesta a la que vayas, debe garantizarte diversión.
5. No siempre te ambientas. Te sientes fuera de sintonía en varias fiestas. En cambio, “el alma de la fiesta” la puede pasar bien hasta en la reunión más chafa.
6. Te critican por aburrido. Porque no quieres pararte a bailar o echarte esos shots que todos felizmente beben sin parar.
7. Piensan que la pasas mal todo el tiempo. Te lo repiten e intentan ambientarte con tragos y más. Nada más te incomodan
8. Quieren empedarte. Por lo mismo de que ven que no estás en sintonía con la fiesta, te obligan a beber hasta que te pongas mal. Nunca te dejas.
9. Si no van tus amigos, probablemente la pasarás mal. Porque debes ir con tu círculo de amigos, de lo contrario no te animarás a platicar con más personas y sabes que esas conversaciones te darán flojera.
