¿Has dicho perdón en momentos que no es necesario que lo hagas? Uno de nuestros mecanismos de defensa es decirlo porque tenemos miedo de haber ofendido a alguien, aunque ni al caso. Claro, está bien mencionarlo cuando la regamos cañón, pero solemos pedir disculpas demasiado seguido. ¿En qué tipo de momentos se te ha salido disculparte?
BBBB
Momentos en los que no tienes por qué pedir “perdón”
1. Alguien te empujó. Como zombie, sólo sientes que alguien te mueve y pides perdón aunque la otra persona se haya pasado de lanza.
2. Te caes frente a mucha gente. Por el ridículo que sientes que hiciste, te disculpas por los nervios.
3. Tiraste algo tuyo. Ni siquiera era de alguien ¿sabes? Aún así, los nervios te hacen decir la palabra mágica.
4. Después de estornudar. Más si eres muy ruidoso al hacerlo, es natural, no deberías sentirte mal por ello.
5. Hasta nos disculpamos con los meseros que no nos atienden. Como si les estuviéramos quitando el tiempo de algo más importante.
6. Cuando queremos estar solos. Piensas que actuar libremente lastima a los demás y pues no.
7. Al pedir un consejo. No quieres incomodar a las personas, pero si se trata de alguien de confianza no deberías sentirte inseguro en pedirle ayuda o consejos.
8. Pides perdón antes de dar tu opinión. Tu libertad de expresión también es afectada.
9. Alejarte de la gente tóxica. O tienes buen corazón, o en verdad no puedes evitar decirlo.
10. Al decir “no”. A los pocos segundos te sientes culpable por haberlo dicho y necesitar pedir disculpas.