Tener sexo, literalmente, nos pone en un estado de trance y la ciencia lo confirma.

Suena muy obvio, pero sí, cuando estamos en pleno acto sexual, nuestro cuerpo entra en un estado de trance en el cual nuestro cuerpo maximiza nuestra capacidad sensorial al nivel de sentir que nos desprendemos de nosotros mismos.

Esta conclusión aparece en nuevo estudio publicado por el periódico científico Socioaffective Neuroscience & Psychology, el cual habla de un componente esencial para fenómeno del cuerpo humano: el ritmo.

Y bueno, para llegar a esta conclusión, el autor del estudió examinó la literatura científica existente sobre los orgasmos humanos y buscó datos que confirmaran o refutaran la idea del entretenimiento como un importante motor del placer sexual.

Al hacer esto, encontró evidencia de que cuando el cerebro se inunda con ondas de actividad sincronizada, ciertas regiones responsables de la auto conciencia, como las estructuras frontal y central, se desactivan.

Esto sugiere que el sentimiento de excitación sexual vence a nuestra conciencia y nos envía a una especie de trance.

Vía The Huffington Post.