Texto: Marisol Martinez

¿Quién no tiene unos 20 mil pesos guardados abajo del colchón, no?

Primero, contextualicemos el problema.

Hace poco, durante la XV edición del prestigioso Festival de Cine de  Morelia el ganador del Oscar, Guillermo del Toro, anunció el programa ANIMEXICO, que busca promover el talento del país al otorgar una beca para cursar la maestría de personajes y cinematografía animada impartida en la Gobelins Master of Arts, en París, que dicho sea de paso, es la mejor del mundo en su tipo.

La convocatoria tuvo tal respuesta, que Del Toro no dio una, sino 3 becas iguales, cuyos ganadores fueron Ramiro Tamez, Gabriela Camarillo y Christian Arredondo, este último, objeto de burlas y ofensas al declarar que no tenía dinero para costearse el boleto de avión hacia Francia (que va de los $15,000.00 a los $30,000.00 pesos). Para sufragar los gastos, Arredondo decidió pedir ayuda gubernamental de Celaya, ciudad en donde nació.

Y pues, en un país en donde el salario mínimo es de $88.26 pesos, ¿CÓMO PORQUÉ NO TIENE PARA PAGARSE UN BOLETO DE AVIÓN, MALDITO MEDIOCRE? 

Porque en México, a los 31 años, cualquier joven ya debería de tener la vida resuelta. Haber comprado un patrimonio para él (y su familia, obvio). También debería de ser dueño de un auto, y por ende, tener un amplio y formidable historial crediticio (porque jajaja, nadie guarda su dinero abajo del colchón, sonsa).

Lamento ser yo quien se los diga, pero ya va siendo hora de que aterricen a la realidad, queridos amigos clasemedieros con aires de millonarios.

¿Adivinen qué? 

En México, cerca de 53.4 millones* de personas viven en situaciones precarias, lo que se traduce en un 43.6% del total de habitantes del país. Sí, casi la mitad del país vive sumido en la pobreza. En esta cifra no estoy incluyendo los cerca de 10 millones* de personas que viven en condiciones de pobreza extrema, alejados de toda cotidianidad, de todo lo que conocemos y consideramos ‘normal’.

Esto quiere decir que es muy probable que en tu camino habitual hacia el trabajo, hogar o escuela, te cruces con alguien que NO tiene los recursos suficientes para costearse una vida digna, con acceso a servicios básicos como educación, salud y alimentación.

Pero este dato sólo lo dejo a su consideración porque una persona que ha trabajado toda la vida en el campo jamás querría/podría aspirar a una beca de animación en el extranjero, ¿VERDAD?. No quiero que piensen que soy una incoherente.

Enfoquemonos en lo verdaderamente importante. ¿Porqué un joven con preparación profesional no se puede pagar un boleto de avión al extranjero?

Según el Observatorio de Salarios, cuando nuestros hermanos o primos mayores estudiaron un posgrado en 2005 aspiraban a ganar unos $24,000.00 pesos, cifra que decreció súbitamente a $14,800.00 pesos para el 2014. Habría de abrirse un paréntesis en este tema pues ahí va otro dato ‘curioso’… no todos los estudiantes tienen acceso a educación de posgrado (sólo el 1%, de la población, para ser más específicos).

Hablemos de la licenciatura, la culminación de la educación ‘obligatoria’. Un profesionista titulado en México aspiraba a ganar unos $11,500.00 pesos en 2005, y para 2016, su ingreso disminuyó drásticamente a $7,600.00 pesos. Sólo el 17% de los habitantes del país pueden aspirar a estudiar una carrera.

¿Pero qué no se supone que la educación es la clave del éxito? ¿Que el cambio está en uno mismo?

Según el mismo estudio del Observatorio de Salarios, cerca del 63% de la población cuenta con educación media superior , y lo que debería de traducirse en una avance significativo para la movilidad económica y social del país únicamente se queda en la teoría, pues el el 73% de los trabajadores no alcanzan el salario mínimo constitucional y peor aún, ni siquiera tienen acceso a seguridad social.

Por donde se le vea, México sigue siendo un país clasista, desigual y pobre que no puede concebir la idea de que un talentoso cineasta mexicano sueñe con estudiar en el extranjero…

*Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social CONEVAL, agosto 2017.