Y no, no cambiará mucho, cómo ya era de esperarse.

No hace falta ser un analista para deducir que el siguiente iPhone que libere Apple, va a ser exactamente igual en su diseño, sólo que más caro (y probablemente más grande).

Sin embargo en un contexto más sentado en lo económico y estratégico, los analistas bancarios Andrew Gardiner, Hiral Patel, Joseph Wolf y Blayne Curtis, tienen algo qué decir al respecto, y lo resumiremos en una pregunta que muy probablemente te vayas a hacer:

¿Cómo puede un analista bancario suponer o predecir el nuevo diseño de un smartphone?

Fácil. Para que cualquier compañía pueda generar cualquier producto, necesita inversión.

La inversión se utiliza en:

  • Contratar a personas que trabajen durante meses (o años), un nuevo boceto con nuevos conceptos y funciones.
  • Contratar a personas que con base a ese diseño, generen un prototipo.
  • Pagar por ese o esos prototipos.
  • Contratar a personas que prueben dicho prototipo.
  • Contratar a personas que propongan formas de mejorarlo e implementarlo en el público consumidor.
  • Contratar a personas que hagan análisis de mercado para predecir el comportamiento del público con dicho prototipo en una simulación de mercado.
  • Suponiendo que no tengan que iniciar desde cero, mandar a producción masiva junto con gigantescas campañas de publicidad, maquila, embalajes, etc.

Y aunque no lo creas, ninguna compañía sangra sus propios recursos para llegar a esto, por lo que incluso Apple depende de sus inversionistas (o mesa directiva ya en este caso), para poder dar a luz a un nuevo iPhone.

¡Así es! ¡Toma tiempo cocinar estas bellezas!

Y precisamente por todo lo mencionado con anterioridad, frente a la mala recepción del iPhone X el pasado 2017 y lo que va del 2018, es que dichos analistas tienen la oportunidad de tener una visión clara de cómo los inversionistas pueden no estar muy emocionados en invertir dinero de más, y volver a tener un fail cómo el que tuvieron la vez pasada.

Y bueno, ¿pero qué predijeron o qué? ¿Cómo va a ser?

Dado al esquema conservador que deberá adoptar la compañía para soportar la mala recepción de su modelo predecesor, es posible que Apple llegue a crear tres tipos de iPhone:

  1. Un iPhone X de segunda generación (para mantener la línea de precio).
  2. Un iPhone X PLUS (para quienes sí disfrutaron del iPhone X, y busquen una versión on-steroids).
  3. Un iPhone X SE (con menor costo y mucho más accesible que otras versiones).

Esto es lo que hay (o lo que posiblemente va a haber). Quizás no sea nada nuevo bajo el sol, pero definitivamente tras el fail del iPhone X, Apple bien podría utilizar estas ideas para no perder más dinero y quizás, volver a ganarse a buena parte del público que perdieron con su último smartphone.