La vida de Yalitza Aparicio, una joven educadora normalista de 26 años de edad dio un vuelco nunca antes visto, y quizás, jamás ambicionado. Ahora, Aparicio es la primera mujer latinoamericana que competirá por un premio Oscar en la categoría de Mejor Actriz en 14 años. La mirada de todo el mundo está puesta en ella, y sin importar el veredicto final que se dará a conocer el próximo 24 de febrero en el Dolby Theatre de Los Ángeles, Yalitza ya ganó.

Yo no soy el rostro de México” aseguraba la joven oriunda de Tlaxiaco, Oaxaca en entrevista para The New York Times, y es que ponerle esa pesada carga sobre los hombros de repente puede parecer excesivo. Su repentina aparición en la lente internacional ha abierto nuevamente el debate sobre la desigualdad que devora las entrañas de este país, sobre la marginación y olvido que sufren cientos de pueblos originarios en territorio nacional. ¿Quién se habría imaginado que una mujer no sólo mexicana, si no indígena, llegaría a la alfombra roja de una de las galas más importantes del mundo?. Yalitza no quiere ser el rostro de México, pero en sus rasgos autóctonos, en su largo pelo azabache, en su mirada curiosa y con cierto dejo de incredulidad, ahí sí que nos reconocemos muchos y muchas.

Yalitza Aparicio

Aparicio se medirá en la terna de Mejor Actriz contra consagradas personalidades como Lady Gaga ( A Star Is Born), Glenn Close (The Wife), Olivia Colman (The Wife) y Melissa McCarthy (Can you ever forgive me?) sin haber estudiado una sola clase de actuación y sin haber memorizado ni un solo guión para su papel de “Cleo“, la nana que nos recordó quiénes somos y que nos re-planteó hacía dónde debemos dirigirnos como país, como auténticos mexicanos.