Como cada año desde 1946, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) celebró -de manera remota- la 62º edición de los premios Ariel, reconocimiento anual a los profesionales de la industria cinematográfica mexicana, incluyendo directores, intérpretes, técnicos y productores.

De acuerdo con el Instituto Mexicano de Cinematografía, al concurso se inscribieron 157 películas, 68 de ellas largometrajes mexicanos; 12 iberoamericanos y 77 cortos. Sin embargo, de las 25 categorías disponibles hubo una producción que se llevó casi la mitad de las preseas: Ya No Estoy Aquí (2019) de Fernando Frías de la Parra.

El filme, que debutara en la 17º edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, fue toda una revelación durante su estreno y posterior llegada al catálogo de Netflix. Habla sobre la marginación, la violencia del crimen organizado y la falta de oportunidades; y de manera paralela y francamente conmovedora, sobrepone todos estos contextos ante el arraigo y el sentido de pertenencia a un barrio.

La noche de ayer (27 de septiembre) Ya No Estoy Aquí volvió a casa con 25 de las 10 ternas disponibles incluyendo Mejor Película, Mejor director, Mejor Fotografía, Revelación Actoral, Mejor Vestuario, Mejor Guion Original, Mejor Diseño de Arte, Mejor Edición, Mejor Maquillaje y Mejor Sonido.

El largometraje, que goza de una calificación perfecta en Rotten Tomatoes, logró conquistar la corona que otras importantes producciones nacionales como Cómprame un Revólver (Julio Hernández Cordón), Esto No Es Berlín (Hari Sama), Polvo (José María Yazpik) y Asfixia (Kenya Márquez) también disputaban.