Cuando tienes un crush con alguien que no te pela, es imposible superarlo en dos segundos. Por lo mismo, todos hacemos una serie de cosas de las que no estamos orgullosos pero tristemente son inevitables. Aquí un retrato de cómo es tu vida cuando la persona que te gusta no te pela.

Se lo cuentas a todo el mundo.

Tratas de investigar en qué anda.

Cuando lo ves con un chico/chica, te mueres de celos…

Pero tratas de hacerte el cool.

Si estás borracho, es la primera persona a la que le mandas mensaje.

Cada que suena tu celular esperas que sea él/ella.

Te enojas cuando te contesta “seco”.

Aplicas la “regla de los 20 minutos”, es decir, contestar a sus mensajes de texto 20 minutos después para no parecer desesperado.

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Lo “stalkeas” en Facebook.

Lo “stalkeas” en Twitter.

Lo “stalkeas” en Instagram.

Lo “stalkeas” en vida real.

Intentas topártelo casualmente (incluso en eventos a los que nunca irías).

Te comes tus sentimientos.

O te los bebes.

O si no, te decides a ponerte buenísimo para que le den celos.

Publicas fotos de ti divertidísimo/a y te aseguras de que las vea.

Te agarra la depresión y piensas que nadie más te querrá.

Pero… Eventualmente lo superas.