Después de que Buzzfeed News diera a conocer el caso de Greace —quien en el transbordado de Metro Chabacano hacia la línea 2 fue interceptada por seis personas que asegura intentaron privarla de su libertad— en las redes sociales los testimonios de mujeres que afirman haber sido víctimas de intento de secuestro en el Sistema de Transporte Colectivo Metro han incrementado. Basta entrar a Facebook o Twitter para encontrar en el timeline por lo menos un nuevo testimonio.

Ante la situación de violencia contra las mujeres en la Ciudad de México, Jorge Suaréz —fundador y ex director de Ruido en la red— creo un mapa que señala los lugares donde de 2016 a 2018 se registraron casos de violación.

Al rededor del 40% de los casos de abuso sexual que aparecen en el mapa se concentran en las alcaldías Coyoacán y Cuauhtémoc, zonas en las que en las últimas semanas también se han reportado presuntos intentos de secuestro.

Según información de Nación 321, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México tiene al rededor de 424 carpetas de investigación abiertas por casos de abusos sexuales que presuntamente ocurrieron entre 2016 y 2018 en la alcaldía Cuautémoc: 247 pertenecen a la colonia Centro, 90 a la Guerrero y 87 a la Doctores.

Mientras que en agosto de 2017 en Coyoacán capturaron a Carlos Raúl G. alias “el violador de los 50 mil pesos”, que presuntamente privó de su libertad y violó a aproximadamente seis mujeres.

El violador serial manipulaba a sus víctimas diciéndoles que alguien le había pagado 50 mil pesos por asesinarlas. Sin embargo, les “perdonaba la vida” a cambio de que mantuvieran relaciones sexuales con él.

Según información del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), durante el tercer trimestre de 2018 el delito de violación en la Ciudad de México incrementó 230% respecto al mismo periodo de 2017.

Ante esta “nueva” ola de violencia todas nos hemos preguntado qué haríamos:

¿Nos paralizaríamos ante el miedo? ¿Alguien intercedería por nosotras? ¿Tendríamos la suficiente fuerza y valentía para enfrentar a nuesto(s) atacante(s)?

“Prefiero que me mates aquí donde mi mamá tenga un cuerpo al cual llorarle a que nunca me encuentre”.

Desde hace unos meses, cuando Marisol Martínez (co-editora en Lifeboxset) me contó cómo una de sus amigas fue interceptada de camino al trabajo, esa frase taladra mi cabeza. Yo ya tampoco tengo miedo a que me violen, que me maten o me desaparezcan, lo que verdaderamente me aterra es el dolor que eso podría ocasionarle a mi mamá.

Hoy las mujeres en México nos preguntamos sólo una cosa:

¿Qué acabará primero? ¿Este infierno en el que vivimos o mi vida?