En Japón, el cumpleaños número 70 es todo un hito. Se le conoce como koki, palabra derivada de un verso en la traducción japonesa de un poema llamado “Por el río sinuoso“, escrito por el poeta chino Toho.
Koki se refiere a alcanzar una edad que es “rara desde la antigüedad”. En el siglo VIII, cuando se escribió el poema, muy pocos vivían hasta esa edad; en ese entonces, todo lo que pasaba de los 70 años se consideraba increíble.

Ahora bien, en la región de Takaharu, Japón, un par de dulces abuelitos decidieron celebrar su koki construyendo una enorme réplica de Totoro, una de las figuras más populares de Studio Ghibli (emblema de la compañía), y que por supuesto, todos recordamos de su largometraje Mi Vecino Totoro (1988).

El abuelo, quien es un hábil artista en la carpintería y yeso, logró construir a base de ladrillos y madera un enorme Totoro, que posteriormente, recibió sus rasgos característicos. La escultura está colocada en medio de un camino, y para darle el toque final, se le agregó un camino de grava roja y la icónica parada de autobús de la película.

Y aunque la figura de Totoro fue construida para ser disfrutada entre familia; la pareja de generosos abuelitos decidió compartir su felicidad con el resto del mundo, y le permiten a turistas y curiosos acceder a la propiedad (que es privada) para que se tomen una foto con su creación, y hasta un paraguas rojo les ofrecen para recrear la entrañable escena

Sin lugar a dudas, esta parada de autobús ahora es considerada como un destino turístico por los fans de Studio Ghibli y cientos de personas ya tienen su foto dentro de la escena.

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