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Tener 25 años (o cerca) quiere decir que has vivido muchas experiencias que han formado tu forma de ver la vida. Desde aventuras, problemas y desilusiones, el cuarto de siglo es un momento importante en tu vida en el que puedes saber qué tan bien has vivido o no. Checa la lista, ¿te identificas?

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¿Cómo saber si has vivido bien tu primer cuarto de siglo?

1. Tienes historias que contar: desde la noche que te pusiste una súper borrachera hasta cuando se te ponchó la llanta en medio de la nada, has vivido todo tipo de experiencias y puedes contárselas a la gente con un poco de nostalgia.

2. Sabes que hay cosas que te debes tomar en serio y otras no tanto: entiendes la diferencia entre problemas de verdad y un simple drama adolescente y ya no te preocupas por cosas que no valen la pena.

3. Sabes lo que te gusta y lo que no: ya no haces cosas por encajar nada más, si algo no es tu estilo simplemente no lo haces.

4. Tienes un par de cicatrices de guerra: no nos referimos a heridas de bala, sino aquellos raspones (literales o imaginarios) que te demuestran que te has caído, te has lastimado y te has levantado.

5. Has tenido aventuras que no quieres revivir: pero que cada que cuentas te mueres de risa. ¿Te acuerdas de esa vez que te subieron a una patrulla? Ojalá nunca te vuelva a pasar, ¡pero vaya aventura!

6. Te has enamorado: te has perdido locamente en alguien y te han roto el corazón. Sabes lo que se siente el amor y entiendes de lo que va una relación.

7. Has encontrado amigos de verdad: no importa si son del Kinder, del trabajo o simplemente de la vida, sabes quiénes son esas personas con las que vas a poder contar para siempre y eso es increíble.

8. Conoces lugares del mundo o de tu país: no importa qué tan cerca/lejos, glamouroso o a lo pobre, has conocido nuevos lugares, culturas y formas de ver la vida que te han abierto el panorama.

9. Entiendes el verdadero valor del dinero: sabes lo que cuesta un peso pero al mismo tiempo entiendes que el dinero no es todo y jamás debes darle demasiada importancia.

10. Has tenido fracasos y éxitos laborales: has sufrido y llorado por el trabajo al igual que te han felicitado por tus logros. Sabes estar orgulloso cuando haces algo bien y entiendes tu potencial.

11. Has aprendido a decir que no: sabes que hay límites para todo y tienes los tuyos muy claros.

12. Has tenido sexo en lugares que no quieres contarle a tus nietos: has experimentado y te has divertido (responsablemente, claro).

13. Has superado al menos uno de tus miedos: ¿tirarte del paracaídas? ¿Aprender a andar en bicicleta? ¿Enfrentar algo de tu pasado? Lo has hecho y te has dado cuenta de que eres capaz de eso y mucho más.

14. Te has independizado de alguna manera: ya sea económicamente, que te hayas salido de tu casa o independencia emocional, has aprendido a valerte por ti mismo y eso te ha hecho más fuerte.

15. Has probado cosas que jamás pensaste (como drogas) y creado tu propio criterio acerca de ellas: nadie te cuenta qué tienes que pensar.

16. Has estado involucrado en alguna causa social: te importa tu entorno y lo que sucede en tu comunidad y sabes que si quieres un cambio, tienes que empezarlo tú.

17. Has aprendido a estar solo y a disfrutar de ti mismo: Es la mejor época de tu vida, ¡aprovéchala!