¿Hasta dónde puede llegar el fanatismo de un individuo? No es extraño que padres de familia nombren a sus primogénitos en honor a figuras relevantes en su vida; sin embargo, una madre en Nueva Zelanda llevó la práctica a un sitio impensable y nombró a sus hijos literalmente como a sus bandas favoritas: Metallica, Slayer y Pantera.

La semana pasada les platicábamos que los metaleros son los que más compran y coleccionan playeras de sus grupos favoritos, y esta nueva noticia cortesía de David Farrier solo refuerza la teoría de que los metalheads son los fans más aguerridos.

Farrier, quienes algunos reconocerán del documental de Netflix ‘Dark Tourist’; divulgó la noticia a través de su cuenta oficial en Twitter, pero no reveló la identidad de la orgullosa mamá metalera.

“Me enorgullece informar que una madre neozelandesa ha llamado a sus hijos Metallica, Pantera y Slayer, escribió Farrier. “Ella me dijo: ‘No es fácil criar a tres de las bandas más pesadas'”.

El cineasta y periodista, quien afirma haber visto con sus propios ojos los certificados de nacimiento; admitió que inicialmente tenía sus sospechas sobre la legitimidad de la información, sobre todo, después de notar que el niño llamado Metallica también tenía un segundo nombre: And Justice for All.

Me puse en contacto con el Registrador General para preguntarle si había alguna restricción a la hora de nombrar a los bebés con nombres de bandas o álbumes.

En respuesta, el Registrador General de Nueva Zelanda, Jeff Montgomery, contestó: ‘No hay restricciones para poner a los bebés nombres de bandas o álbumes, siempre que la palabra utilizada no se considere generalmente ofensiva o no se parezca a un rango o título oficial’.

Via Metal Hammer.

Y aunque Ferrer atinó a no nombrar a la mujer, sí compartió una poderosa foto de ella en donde se le ve empuñando una ballesta:

Creo que es importante señalar (como se puede ver en la foto de mi artículo) que esta madre también es una gran aficionada a las ballestas, que también son verdaderamente metálicas, y merece nuestro total y absoluto respeto por ello (y por criar a tres niños).