Lars Von Trier ha roto su voto de silencio hacía la prensa para revelar que ha salido de tratamiento en contra de las adicciones. El director danés le contó a la publicación Politiken, que ahora se encontraba limpio, pero que esto le preocupa, pues no se siente en capacidad de hacer más películas. “¿Quién diablos quiere ver el trabajo de un tipo sobrio?”, expresó el director. Según cuenta, tomaba una botella diaria de vodka para poder entrar en un “universo paralelo” lo que le permitía encontrar la creatividad necesaria.

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A decir del director, la sobriedad es un problema para él, pues mientras que una orgía de drogas escribió la genial Dogville en apenas 12 días, para Nymphomaniac hicieron falta 18 meses de sobriedad. El director no había hablado con la prensa desde el fatídico día que una serie de comentarios en Cannes lo hicieron quedar como simpatizantes de los nazis.

Vía: Hollywood Reporter