A mediados de noviembre de 2020 el mundo se maravillaba por el avistamiento de un extraño monolito metálico; descubierto por un grupo de trabajadores de los servicios estatales de protección de la vida silvestre mientras hacían un recorrido aéreo por el desierto de Utah.

La estructura de 4 metros de altura desapareció al cabo del algunos días, y de acuerdo a lo informado por BBC, la Oficina de Administración de Tierras del estado aseguró no haberla tocado por considerarla propiedad privada. El comunicado menciona “informes creíbles” que constatan que una persona/ grupo de personas removieron la estructura la noche del 27 de noviembre.

En semanas posteriores, múltiples monolitos metálicos de características similares aparecieron en ubicaciones aisladas al rededor del mundo: Monte Ceahlau en Rumanía, la cima de Pine Mountain en Atascadero, California, la reserva natural Kondukí, Rusia. Ahora, la zona arqueológica de Gobeklitepe, Turquía, considerada como “el templo más antiguo de la humanidad” y espacio protegido por la UNESCO, se une a la lista.

El pasado viernes 12 de febrero un brillante monolito apareció cerca de la antes mencionada zona solo que éste, a diferencia del resto, incluía una frase escrita en proto-turco que decía “Mira al cielo si quieres ver la luna”. Cuatro días después, la pieza desapareció.

No obstante, las teorías alenígenas se esfumaron rápidamente cuando el gobierno del país, precedido por Recep Tayyip Erdogan, reveló un nuevo y ambicioso programa aero-espacial que incluye misiones a la luna. Una imagen del monolito se proyectó detrás de él.

La visión de Turquía a 10 años del espacio, dijo Erdogan, fue impulsada por un famoso eslogan: “Le anuncio al mundo entero y digo: ‘Miren el cielo, miren la luna“.

Al igual que el monolito de Turquía, los de Utah y California también resultaron ser una obra terrícola luego de que el colectivo The Most Famous Artist (responsables del letrero Hollyweed en 2017), se atribuyeran la colocación y retiro de las piezas.

De la misma manera, el monolito de Kondukí, Rusia resultó ser otro objeto terrenal, pues fue creado por el Centro de Investigación y Educación de TulaTech como un truco publicitario.