Horribles, difíciles, ridículas… las peleas de pareja te pueden dejar exhausto. Sin embargo, parece ser que no hay escapatoria de ellas. Si bien hay ocasiones en las que una pelea puede fortalecer tu vínculo de confianza y seguridad con esa persona especial, también es una realidad que en muchas ocasiones una pelea tonta puede ser la bomba que termine con tu relación para siempre. ¿Les ha pasado?
Éstas son algunas peleas comunes que acaban con la mayoría de las parejas:
Pelea por celos: Uno de los dos no soporta que el otro vea a un amigo, ex, conocido, colega que seguramente es inofensivo, pero su inseguridad acaba con ellos.
Pelea de un mal día: Uno de los dos tuvo un pésimo día y se desquitó con el otro porque no pudo hacerlo con su jefe en la oficina u otra figura de autoridad; todo terminó en desastre.
Pelea por tener la razón: En un afán de demostrar quién es quién en la relación, alguien se compra un pleito ridículo solo para ganarlo. Al final puede perder mucho más que una discusión.
Pelea por terceros: La pareja está perfecta pero hay alguien más que dice que escuchó que otra persona vio que uno de los dos le dijo a alguien más algo que no puede recordar… y entonces se tienen que pelar.
Pelea por represión: Por no hablar las cosas a tiempo y con honestidad un día uno de los dos explota y hace un drama atómico al otro por alguna tontería con remedio sencillo.
Pelea “volver al futuro”: Es aquella en la que tu pareja se enoja contigo por algo que ya había pasado y quizá habían solucionado, pero decidió revivir.
