Llega ese momento en la vida en la que estás harto y deseas mandar todo a volar, es válido. Si tienes la idea de que debes ceder a todo y que jamás debes rendirte, tenemos que decirte que estás completamente equivocado, a veces es más inteligente mandar todo a volar que sufrir sin buenas razones. Te puede pasar en la carrera, trabajo, relaciones, etc.
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Señales de que es momento de mandar todo a volar
1. Has perdido tu vida social. Tus amigos ya ni te invitan a salir porque saben que les vas a cancelar, mucho menos llegas a tener una pareja, quien seguramente te cortaría. En resumen, tu vida social apesta y debes mandar todo a volar.
2. Odias lo que haces. Y a todos los que tienen que ver con eso. Nadie está obligado a hacer cosas que no le laten, el punto es experimentar hasta que te topes con algo que te apasione.
3. Tu única meta en la vida es dormir. Tu vida se ha reducido a eso, donde lo único padre es cuando comes y duermes. Eres un ser gris sin sueños.
4. Sabes que no obtendrás nada positivo. Lo sigues haciendo y, en lugar de mandar todo a volar, decides seguir a pesar de que nunca vayas a crecer.
5. Te has vuelto agresivo hacia los demás. Cuando alguien no está contento con lo que hace, no se percata de lo grosero que se comporta con los demás. La irritabilidad definitivamente es buena señal.
6. Sufres de inseguridades. Te comparas con las personas que piensas que la están pasando bien, piensas que apestas y que jamás serás alguien increíble. En fin, tu mente te ataca cada día de tu vida.
7. Tienes ganas de salir corriendo y gritando. Aventar todo y liberarte. Es un gran indicio de que sueñas con mandar todo a volar.
8. Ya no haces nada con ganas. Eso se refleja en tus actividades. Por ejemplo, si formas parte de algún deporte, seguro eres el que más falla o más problemas tiene con el entrenador.
