Sabemos que regresaste al trabajo y estás hasta el tope de pendientes y un poco estresado con tus horas de entrega y todo eso. Por eso, decidimos que lo mejor para tu tarde de este martes que parece lubes, es ver a estos diminutos hamsters y sus amigos roedores comiendo una diminuta cena de Acción de Gracias, con todo y un chef vestido de peregrino. Ya, muere de la ternura en tu asiento. No tienes nada que agradecernos.

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