Como prueba de que la ignorancia no conoce fronteras, una turbia de turistas en la comunidad argentina de Santa Teresita sacó del mar a dos delfines franciscanas con el fin de tomarse unas fotos y acariciar a los animales. Uno de los delfines murió.

¿Por qué? Porque eso es lo que hacen los delfines cuando están por mucho tiempo fuera del agua: morirse. Sin embargo, nadie informó a los bañistas argentinos de este hecho. Un comunicado de Vida Silvestre, la organización ambiental que denunció el incidente, declaró lo siguiente:

“La ocasión sirve para informar a la población sobre la necesidad urgente de devolver a estos delfines al mar ante el encuentro con uno en la orilla. Es fundamental que las personas ayuden al rescate de estos animales, porque cada franciscano cuenta.”

También conocido como delfín del Plata, la franciscana es una especie amenazada. Se estima que no quedan más de 30 mil ejemplares en la costa de Buenos Aires, su hábitat natural.

“La franciscana, como otros delfines, no puede permanecer mucho tiempo fuera del agua,” dice el comunicado. “Tiene una piel muy gruesa y grasosa que le proporciona calor, por lo que la intemperie rápidamente le provoca deshidratación y la muerte.”

Y por eso estamos como estamos.

Via El Universal.