Más que una guerra gría, parece que lo que EE. UU. y China se traen una guerra tibia en la que, a diferencia de hace 46 años, en vez de competir por el desarrollo de tecnologías aplicadas con fines bélicos, la competencia va por ver quién desarrolla tecnologías más avanzadas y eficientes aplicadas con fines de recopilación de datos e información de los usuarios que la utilicen.

Piénsalo: desde hace 16 años, Facebook ha enfocado el funcionamiento de toda su plataforma en recopilar datos de sus usuarios; desde cumpleaños, intereses, grupos sociales, conexiones con otros grupos sociales dentro y fuera del país, preferencias musicales, estéticas, de diseño y hasta gastronómicas, a partir del siempre claro: “¿Qué estás pensando?”.

Y durante los últimos 16 años, Mark Zuckerberg le llevó la delantera a todos los demás. Incluso desbancó a MySpace y a MSN, quienes eran más un hub para compartir contenidos cool que la gente iba encontrando en el mundo real y subiendo a la red.

Pero hoy, desde la llegada de Tik Tok, China se ha adelantado a los EE. UU. en el rubro de reconocimiento facial, no sólo gracias a la amplia cantidad de filtros que contiene y constantemente se desarrollan dentro de la plataforma, sino también por cómo en pequeños y cortos videos, sus usuarios pueden revelar de dónde son, cómo son, qué actitud tienen frente a su posición geográfica, cómo conviven con los demás, qué gustos tienen, desde cuándo los tienen y porqué los tienen.

No hace falta abrir una investigación de esto; sólo abran la aplicación.

Y es por eso que Mark, en vistas de ir perdiendo dicha carrera, lleva meses asesorando a la Casa Blanca en cuanto cómo Tik Tok representa un impacto frente a los intereses del gobierno de Donald Trump; sí, el mismo gobierno que lo sentó frente un jurado que cuestionó sus prácticas, ahora parece ser que son sus mejores aliados para bloquear a la aplicación China de expandirse más no sólo en los Estados Unidos, sino en todo el continente americano.

¿Cuál es nuestra fuente? Solamente The Wall Street Journal, un medio norteamericano que acepta, investiga y comparte lo sospechoso que es que, frente a la decisión de que Tik Tok sólo pueda existir en EE. UU. si tiene un dueño “norteamericano”, Mark Zuckerberg esté tan emocionado con que no sólo se prohiba, sino que su precio baje para que sea más “accesible para quien quiera comprarlo”.

¿Otro medio bastante abierto frente al tema? The Economist, el cual realizó un reportaje en el que asegura que Zuckerberg mantiene contacto directo con Trump desde hace muchísimo tiempo acerca del tema.

Es probable que, de acomodarse, Zuckerberg no dudará en adquirir Tik Tok y deshacer así su horrible intento fallido llamado Instagram Reels, que es probablemente la cosa más lastimosa que han intentado en Instagram desde hace años.

Pero, ¿quién sabe? Como van las cosas, es posible que pronto lo veamos como nuevo director de la plataforma china.