Algo mejor que volar en Concorde

A 15 años de que el Concorde —avión supersónico que viajaba de París a Nueva York en solo 3.5 horas (2405 km/h) trans— dejara de volar, la NASA ha retomado la idea de diseñar prototipos de aviones supersónicos aún más veloces, y pensados para un área comercial.

Con un presupuesto inicial casi $ 400 mdd (anunciado el año pasado), la agencia espacial se comprometió con el proyecto los próximos cinco años y, para ello, estará trabajando con la Agencia Espacial Europea (ESA), el Instituto Von Karman de Bélgica y centros de investigación aeronáutica y universidades de Holanda, España, Francia, Italia, Alemania, Holanda y Suecia.

También buscará compartir este proyecto con la OEM de aviones, Lockheed Martin, General Dynamics, Boeing, entre otros, e incluso, startups como Boom Supersonic.


La NASA pretende crear un avión comercial que pueda responder a la creciente demanda de tránsito aéreo que los nuevos modelos empresariales y económicos han generado. En contraste con el Concorde, dentro de los restos que tendrán que solucionarse son: que las naves puedan aterrizar en un mayor número de aeropuertos; disminuir el ruido del motor; reducir el consumo exagerado de combustible y las emisiones de gases de efecto invernadero.