En 1994, Teiyu Goto, creador de la primera consola de PlayStation, logró visualizar el verdadero potencial que las consolas pensadas para el hogar tendrían a nivel masivo en los años venideros.

Si bien, dudamos mucho que Teiyu imaginara la cultura que nacería alrededor de estas mismas, sí logró darse cuenta que en el futuro, la guerra de las consolas no la ganarían los gráficos, sino la velocidad de producción. Y es por eso que desde entonces, puso en marcha la construcción de una fábrica en la prefectura de Chiba, casi a las afueras de la ciudad de Kisarazu.

¿Su razón de ser? Albergar una línea de producción conformada únicamente por robots tan precisos y futuristas, que lograran ensamblar consolas de PlayStation en cuestión de segundos.

¡Y lo logró! En 2018 se terminó de perfeccionar dicha fábrica que hoy en día, cuenta con un total de 32 robots ensamblados en una fila de 31.4 metros.

¿Su eficiencia? El sistema Kisarazu logra ensamblar una consola de la complejidad de la PS4 en tan sólo 30 segundos, y sus parámetros de ensamblado son ajustables y reprogramables, por lo que esta misma también podrá ser utilizada para armar PS5 en una velocidad similar, colocando a PlayStation como uno de los adversarios más importantes en la nueva generación de consolas.

Checa cómo luce dicho sistema en estas fotografías cortesía de la fábrica: