SBaxtah

En Un consejo para tu banda, invitamos a un personaje de la industria musical para que comparta unas gotas de sabiduría para quienes apenas comienzan. Para esta entrega, invitamos a Baxter, a quien pueden leer en 7Boom, escuchar en Coca-Cola.FM y de vez en cuando leer aquí en LifeBoxset.

Un consejo para tu banda por Baxter.

Una de las experiencias más tramposas de empezar una banda es la sensación después del primer concierto en un lugar público. A menos de que tu banda esté conformada por integrantes de viejas agrupaciones (que ya tengan su base de fans definida), tu primer toquín será para la gente que más te quiere. Es lógico, los que te apoyan, los que te vieron ensayar, los que saben todo lo que te costaron esas horas de estudio para armar tu demo y conseguir una fecha, son los primeros que estarán ahí, aplaudiéndote, haciéndote sentir como un rockstar. Y sí, eso, fuera de que te hará sentir que no estás sólo en este mundo, es la primera trampa de la escena independiente.

Si esa primera fecha todas las felicitaciones y sobadas de ego vinieron de gente que conoces, tienes una tarea. Hacer hasta lo imposible porque ocurran dos cosas.

  1. Que haya una segunda fecha.
  2. Que esa segunda fecha esté conformada -al menos- por un 30% de personas que no te conocen.

 ¿Por qué? 

Sencillo. Tus amigos se aprenderán tus rolas. Las cantarán. Pero eventualmente se aburrirán y tendrán cosas más importantes que hacer que ir a verte tocar. La verdadera prueba de una banda viene en la segunda y tercera tocada. Necesitas enamorar a más gente, para que no estés frente a cuatro pelados borrachos en tu cuarto toquín. Necesitas hacer que personas que no estén en tu círculo cercano hablen de tí, te recomienden. El trabajo (que solía ser de los mánagers en tiempos más románticos) de hacerle un nombre a tu banda entre potenciales fans es el más delicado, y el que requiere de más inteligencia. No basta con spamear foros de Facebook, o enviar mensajes a “líderes de la industria” anunciando tus tocadas, hoy, la necesidad está en distinguirte del resto. En los negocios le llaman “elevator pitch”, y es la capacidad de venderle tu concepto a las personas indicadas en lo que dura un viaje de elevador.

¿Qué puedes hacer?

Encuentra lo que te diferencia de los demás y explótalo: comunícalo. Las redes sociales son tu mejor arma. Si la escena te necesita, el codiciado “boca a boca” será natural. Si tus amigos son los únicos que siguen yendo a tus tocadas, tal vez sea momento de replantear tu música o la forma en la que estás comunicando lo que haces.