¿Te gusta ir a la oficina todos los días? ¿Cuántas horas pasas en ella a la semana? ¿Al mes? ¿Al año? Si no te gusta por qué vas a seguir haciéndolo una y otra y otra vez mientras ves la vida pasar frente a tus ojos. La vida de oficina no es para todos, muchas veces puede significar incluso trabajar más que los que viven encerrados en sus cubículos, pero vale la pena. Hace tiempo que logré liberarme de ese mundo y nunca volvería a trabajar en una oficina y después de leer esto probablemente tú tampoco lo quieras hacer.

¿iPhone? Ahora todos van a querer un teléfono Marshall

¿A cuánta gente nueva conociste esta semana?

Desde que dejé de trabajar en una oficina he descubierto que puedo hacerlo desde donde quiera. Desde un café de cadena, hasta un restaurante al que jamás había entrado o hasta algunas bibliotecas que tienen Wi-Fi abierto y en las que ni siquiera necesitas pagar por estar. En todos estos lugares te las pasas conociendo gente nueva, desde los encargados, hasta los otros clientes como tú que están ahí por otra extraña razón. A veces surgen buenas conexiones laborales, a veces solo pasas un buen rato escuchando a alguien nuevo y a veces hasta te enamoras un poco. ¿No te cansas de ver las mismas caras todos los días?

¿Ya te acabaste tus días de vacaciones?

Trabajar fuera de una oficina y ser bien administrado te ayuda enormemente a conocer el mundo. Olvídate de unos días de vacaciones, con plataformas como Airbnb puedes viajar a cualquier ciudad y encontrar un hogar / oficina con todo lo que necesitas para sobrevivir por un precio muy parecido o incluso menor al de la renta de tu casa. Claro, no vas a estar solo de vacaciones todo el tiempo, pero en cuanto termines tu trabajo podrás aprovechar para recorrer y conocer lugares mucho más interesantes que los bares que quedan cerca de tu oficina.

Mi tiempo y a mi manera

Las oficinas cumplen un propósito y para muchos tipos de organizaciones son más que necesarias. Sin embargo, no hay nada que yo valore más que poder trabajar en mis horarios y maneras. Hay que tener disciplina para lograrlo, pero si un día quiero escaparme un rato al bosque y desvelarme acabando mis pendientes soy totalmente libre de hacerlo. Me puedo vestir como quiera, trabajar en los tiempos que yo quiera y no tener que soportar algunos códigos con los que no estoy de acuerdo solo porque se supone que tengo que hacerlo.

Mi salud

Estar sentado todo el día te mata y la combinación de estrés más sedentarismo de una oficina sin duda es letal. Siendo independiente camino más, me muevo a lo largo del día, recorro diferentes lugares y puedo organizar mi vida de tal forma que nunca me quede atorado en el tráfico o esté mucho tiempo en un ambiente estresante. No solo estoy aprovechando mejor mi tiempo de vida, sino que muy probablemente tendré más que todos los que siguen encerrados en sus cubiculos.