Ser un habitante de este mundo hoy en día no es cosa sencilla. Vivimos tiempos donde la información viaje absurdamente rápido, una noticia que sucede en Corea se vuelve rápidamente un titular en Chile. La vida en una metrópoli está fuera de control, nunca hay tiempo para hacer una pausa y tomar un café, ya ni se diga desayunar, generalmente lo hacemos sentados frente a un monitor mientras trabajamos; el caos reina, en sus múltiples formas de expresión, nuestras vidas. Es ahora cuando necesitamos más que nunca una ancla que nos dé tranquilidad, calma y serenidad.

Es en este panorama mundial que llega Trouble Will Find Me, el sexto álbum de The National. Después del gran éxito que tuvo High Violet (2010) –que a su vez cosechó lo que Sad Songs for Dirty Lovers (2003) y The Boxer (2008) sembraron–, el reto era interesante para el quinteto de Cincinnati. La expectativa creció cuando estrenaron “Demons”, “Sea of Love” y “Don’t Swallow the Cap”. Aún después de escuchar estas tres canciones, no sabíamos qué esperar, sin embargo, con los antecedentes de esta banda, sabíamos que sería algo de alta calidad.

Más que bueno, el resultado de Trouble Will Find Me está lleno de belleza. Es el antídoto perfecto para el desgaste diario del trepidante paso del tiempo y la conflictiva vida citadina. En sus 13 canciones, este disco invita a una sola cosa: tomarse las horas necesarias para escucharlo con calma, sin preocupaciones ni inquietudes. Aún cuando el ritmo de trabajo lo hace más difícil, dedicarle un espacio de nuestra apretada agenda a escuchar de principio a fin este álbum, es darle el respeto que se merece, además, es la única manera en que lograremos adentrarnos en las canciones que Matt Berninger y los hermanos Dessner y Devendorf compusieron.

Se escuchan serenos, maduros, con la cabeza clara y los pies sobre la tierra. No pecan de falsa modestia, al contrario, saben lo que tienen y lo que pueden lograr con sus canciones, es por ello que deciden apostarle a melodías menos upbeat y hacer temas más contemplativos y complejos. En una entrevista para la revista Uncut, Berninger dijo que estas composiciones eran “canciones divertidas sobre la muerte”. Aaron Dessner por su parte dijo que en este disco tiene cierta austeridad en el sonido: “como si pusieras a The Band y Air en el mismo cuarto. Tratamos de enfocarnos en las texturas y hacer un álbum con una sensibilidad más pop”. La mejor manera de entender esto es escuchar con mucho detenimiento “Humiliation”, donde podemos escuchar sintetizadores discretos por doquier. Sin duda y a pesar de que este disco tiene canciones mucho más contemplativas, Berninger canta con menos melancolía que en el pasado, pareciera indicar que la tristeza se ha ido.

“I Should Live in Salt”, “Fire Proof”, “Heavenfaced”, “I Need My Girl” y “Hard to Find” son las mejores canciones del álbum, las demás son buenas, pero no transmiten el mismo sentimiento de hermosa tranquilidad. Quizá la única (pero grave) falla, es que Trouble Will Find Me no tiene sencillos como en su momento lo fueron “Terrible Love” o “Bloodbuzz Ohio”. Ninguna tiene el potencial que tuvieron estas dos, y pocas tienen un coro tan pegajoso que puedan cantar miles de personas en un concierto. Este hecho, aunque importante, no impide que esta obra de The National sea un bálsamo de frescura y paz en tiempos acelerados que hacen que nos olvidemos de todo, hasta de nosotros mismos.