La influencia que los superhéroes y sus historias pueden sembrar en la psique de algunos fanáticos es extraordinaria; como es el caso de un adolescente de 15 años quien se inyectó mercurio no una, si no tres veces, para convertirse “en un superhéroe de Marvel en la vida real”.
El joven también animó a las arañas a morderle para poder ser como el icono de acción ‘Spiderman’, según un informe médico.
Su caso, redactado por el Centro Nacional de Información Biotecnológica afirma que, afortunadamente, el niño no fue envenenado tras intentar dotarse de superpoderes. Los médicos dicen que utilizó la sustancia de un termómetro, inyectándosela en el brazo tres veces.
Se dice que el niño se “inspiró” en el personaje de Marvel “Mercurio” de la franquicia de cómics X-Men, y en el popular “Wolverine” (interpretado en la pantalla grande por Hugh Jackman). El informe cita:
Informamos de un caso de un niño de 15 años, inspirado por una película, que se autoinyectó deliberadamente mercurio por vía subcutánea en el antebrazo, lo que provocó la formación de una úlcera que no cicatrizó. La histopatología de la biopsia confirmó el diagnóstico.
Curiosamente, tenía un historial de múltiples picaduras de arañas para simular a “Spiderman”. Por ello, se realizó una intervención quirúrgica para tratar la úlcera y reducir los niveles de mercurio en sangre y orina.
Sin embargo, el paciente no desarrolló signos clínicos de envenenamiento crónico, lo que demuestra que la inyección subcutánea de mercurio tiene un bajo riesgo de toxicidad sistémica y que la histopatología desempeña un papel importante en el diagnóstico.
Vía Centro Nacional de Información Biotecnológica.
Las pruebas confirmaron que tenía niveles elevados de mercurio en la orina, aunque afortunadamente sólo había conseguido inyectarse el metal bajo la piel, en lugar de en las venas, lo que minimizó los daños que podrían haberse producido si hubiera entrado en el torrente sanguíneo. El equipo cortó cuidadosamente las lesiones y, efectivamente, “la sección de corte reveló zonas hemorrágicas y necróticas con exudación de gotas brillantes de mercurio”.
Tras la retirada del tejido muerto y del mercurio, el niño pudo abandonar el hospital y no siguió absorbiendo mercurio en su organismo. El equipo destacó que la hospitalización del niño era inusual, ya que la mayoría de los casos de inyección deliberada de mercurio forman parte de intentos de suicidio.
La inyección subcutánea intencionada de mercurio por parte de niños mentalmente sanos es rara. Normalmente, se observa como parte de un intento de suicidio en pacientes gravemente deprimidos o por parte de deportistas para mejorar su rendimiento.
Vía Centro Nacional de Información Biotecnológica.
Los autores del informe afirman que el adolescente fue vigilado para detectar signos de envenenamiento por mercurio, pero no mostró ningún signo de mala salud mental: “Sorprendentemente, no tenía otros problemas psiquiátricos y tenía un coeficiente intelectual normal”, se lee.