Neil Gaiman, el reconocido autor de obras como Coraline y The Sandman, que recientemente tuvo su adaptación a live action en Netflix, enfrenta una demanda civil interpuesta por Scarlett Pavlovich, una ex-niñera que trabajó para él y su esposa, Amanda Palmer, quien frente a tribunales federales de Wisconsin, Massachusetts y Nueva York, acusa a Gaiman de violación, agresión sexual y trata de personas.
Según la farout, la demanda, Pavlovich –originaria de Nueva Zelanda– fue contratada como niñera por Palmer en 2020. Ella alega que, a partir de febrero de 2022, Gaiman la agredió sexualmente en múltiples ocasiones, bajo la promesa de apoyar su carrera como escritora. Pavlovich sostiene que Palmer estaba al tanto de las acciones de Gaiman y que, a pesar de ello, facilitó el abuso.
Por su parte, Gaiman ha negado rotundamente las acusaciones, afirmando que todas sus relaciones han sido consensuadas, mientras que Palmer, su ahora ex-esposa, no ha emitido comentarios al respecto, citando procedimientos legales en curso relacionados con la custodia y el divorcio.
Como era de esperarse, tra la presentación de la demanda varias entidades han tomado medidas para distanciarse de Gaiman. Dark Horse Comics, por ejemplo, anunció la cancelación de una serie basada en su obra, y editoriales como HarperCollins y W.W. Norton han suspendido proyectos futuros con el autor.
Si bien, las acusaciones contra Neil Gaiman representan un serio desafío para su reputación y carrera, un amplio debate sobre la separación del artista de su obra corre fuerte por las redes sociales. Sin embargo, la industria editorial y sus seguidores observan atentamente el desarrollo de los acontecimientos y no, esto no pinta nada bien para el padre de The Sandman.