Treintas

A medio verano lo último que quieres hacer es pensar en la escuela, pero aunque ahora la odies, estés cansado de los trabajos en equipo, de los exámenes y aún sufras por las calificaciones del semestre anterior, te damos varias razones para que veas que estás en una etapa divertida, en la que “tu única obligación es estudiar” (dirían todas nuestras mamás).

Aunque creas que lo mejor viene una vez terminando la escuela, te damos una serie de razones para que veas que después de la fiesta de graduación no todo es tan sencillo:

1. Se acabó el dinero de papá

Una vez que terminas la carrera, tus padres esperarán que ganes tu propio dinero y comiences a ayudar en los gastos de la casa. Además, tu foto de generación colgada en la pared sólo servirá para que ellos recuerden que ya estás grande.

2. Tienes que buscar trabajo… y no tienes experiencia en nada

La fiesta de graduación se acaba y al día siguiente pasas de ser “estudiante” a “desempleado”, así que llega el momento de sentarte a escribir tu Curriculum -en el que por cierto no sabes qué poner-, ir a entrevistas de trabajo con la corbata de tu papá y aceptar bajos sueldos por la inexperiencia que tienes.

3. Ver a tus amigos se vuelve complicado

Los compromisos, el trabajo, los horarios, las nuevas parejas y hasta días distintos de descanso hacen que para que tus amigos y tú se pongan de acuerdo para verse se vuelva un infierno, así que prepárate para saber más de ellos por su estado en Facebook que porque ellos te cuenten de su nueva pareja, trabajo o problemas.

4. Bye bye a tu ropa

Es momento de dejar atrás tus pantalones rotos, los Converse que tienes desde hace años y las playeras de tus grupos favoritos… al menos de lunes a viernes de 8:00 a 17:00. Pronto tendrás que comprar blusas y faldas o pantalones y saco.

5. Bienvenido a “las horas pico”

Ya sea que viajes en auto o en el transporte público, prepárate para quedarte atorado en el tráfico por más de dos horas o para ser aplastado por un mar de gente igual o más desesperada por llegar a su casa.

6. Tu vida se vuelve una rutina

Despertarte, bañarte, ir al trabajo, regresar a casa y dormir pueden llegar a convertirse en las actividades más importantes de tu día a día. Llegarás cansado, con hambre y sin ganas de quedarte conectado en Facebook o hablando por Whatsapp como antes.

Así que aprovecha esta etapa, sal con tus amigos y aprende lo que más puedas de tus maestros, pues muy pronto entrarás en el mundo laboral, donde habrá un mundo de cosas nuevas por descubrir, aguantar y disfrutar.