El ascenso a la fama de Peso Pluma ha sido uno de los más meteóricos que se hayan visto, sin embargo, el interprete tapatío no ha podido escapar de la polémica. En Monclova, Coahuila, un restaurante se ha negado a reproducir la música de Peso Pluma en sus instalaciones, resolución que ha desatado todo un debate en redes sociales.

En Facebook se viralizó una foto de La Yarda Food Station, en la que se aprecia que en las pantallas del lugar se anuncia que “no ponen a Peso Pluma”. Luego, a través de la misma red social, el negocio sugirió que Peso Pluma es una mala influencia y que sus canciones “alteran el orden y no aportan algo productivo para la juventud de estos tiempos”.

Así mismo, la gerencia del restaurante invitó a todos aquellos quienes no comulguen con su ideología a visitar otros restaurantes, si lo que quieren es escuchar a la Doble P mientras almuerzan.

Algunos usuarios increparon al negocio sobre su giro, que es el de venta de bebidas alcohólicas y comida, insinuando que las primeras también son un factor que propicia violencia entre la población. “La cerveza no separa familias” aseguraron en la publicación, destacando que promueven el consumo responsable y que son un negocio familiar.

En los comentarios de la publicación se pueden apreciar ambas caras de la moneda. Algunos apoyan la decisión del dueño, mientras que otros lo condenan por censura.

Y es que Peso Pluma se ha hecho famoso por los “corridos bélicos”, en los que habla sobre la narcocultura en México. Ya en una entrevista reciente el cantante de 23 años de edad dijo que él no hace nada nuevo, pues los narcocorridos existen desde hace muchos años con los Tigres del Norte o los Tucanes de Tijuana escribiéndole canciones a los líderes del crímen organizado.

La diferencia entre Peso Pluma y los consagrados del género es que el primero le habla a las generaciones más jóvenes, que podrían encontrar apología a la violencia y a las drogas en sus canciones.