Quiero Club ha iniciado una revolución. A casi una década del boom de la escena indie en México, las bandas que salieron de esa oleada no tienen opción: evolucionan o mueren. Los regiomontanos tienen el futuro asegurado y dictan el estándar para los demás con su tercer placa. Después de atravesar Nueva América, vuelven a emprender un viaje, ahora hacia dentro, a los confines más recónditos del ser; El Techo es el Suelo, no hay principio ni final, solo prismas de lo que somos, guías para un viaje entre dimensiones sin salir de casa.

El trayecto inicia con “No Hay Nadie”, una pista sombría que define el resto del material. Una marcha dictada por un bajo robusto, programaciones esquizofrénicas -à la Nine Inch Nails– y fríos beats que se fusionan con fantasmagóricas vocales femeninas hasta llegar a un cenit de energía. Jamás hubiera imaginado escuchar una canción de Quiero Club y ser remitido directamente a The Knife.

“Cuerpo”, el siguiente corte es más digerible. Siguiendo el mantra “This beat goes to the deepest places of the human soul” lo que parece un típico corte alegre de esta banda es interrumpido por guitarras saturadas que desconectan neuronas para facilitar el trance. Después se acaban los límites, con “El techo es el Suelo” el cuerpo olvida que está atado al mundo terrenal y se eleva al más allá.

En “Días Perfectos”, Quiero Club retrata una utopía llena de luz y esperanza; sin duda una de las mejores canciones hechas en México la década pasada. “Ciudades” es una delicia tropical para olvidar el pasado mediante guitarras incisivas, pero relajantes. “Buena Amiga, Mala Influencia” es una historia con la que todos podemos relacionarnos, la misma cantaleta interna que llevamos sobre esas personas que simplemente no podemos dejar fuera de nuestras vidas.

“Cuentos” destaca por ser la única donde los muchachos toman control total de las voces y salen muy bien librados. Música lenta para desprenderse del mal, encontrar un nuevo camino sin ficciones, ni mentiras. Además de que cuenta con un video con fotografía impresionante a cargo de Alexis Zabé.

“Bite a Coin, Shit Some Gold” es una crítica franca a la absorbente rutina de las grandes ciudades y el mundo que vive donde el dinero es rey y sus esclavos viven encerrados en un mundo de apariencias. Mientras que “Weather Talks”, que da cierre al álbum, bien podría retratar la situación política de México post-elecciones, un país lleno de críticos, autoproclamados líderes de opinión, pero sin acciones, ni propuestas para salir adelante; todos saben lo que pasa y nadie hace nada.

El Techo es el Suelo no cumple expectativas, las excede; un disco sin relleno, era imposible escribir una reseña sin mencionar todas las canciones. En su tercer manifiesto, Quiero Club sintetiza lo mejor de su pasado, imprime una propuesta fortísima y abre camino para tomar su lugar en las grandes ligas de la escena nacional. El viaje introspectivo resultó, se han vuelto a definir y son una banda más grande de lo que hubiéramos imaginado.