Fue un 15 de agosto, pero de 1939, que se estrenó por todo lo alto en el Teatro Chino Grauman de Hollywood ‘El Mago de Oz’, una de las películas más aclamadas de todos los tiempos, y que por supuesto marcaría un parteaguas en la industria cinematográfica moderna.

Adaptada de la novela homónima de L. Frank Baum de 1900, el magnifico musical fue pionero en varios aspectos críticos del cine contemporáneo. La característica más distintiva del filme, además claro de la actuación de Judy Garland como “Dorothy”; es el uso del tecnicolor, que se desmarcó completamente del paisaje escénico monocromático de la época.

La inolvidable interpretación de “Over The Rainbow” de Garland ha servido desde luego como fuente de inspiración para varios artistas y creadores. Una suerte de musa psicodélica que tocó las puertas incluso de Pink Floyd y su obra cumbre ‘Dark Side Of The Moon’ (1973).

La teoría de los fans de culto afirma que si se sincroniza el inicio de ‘Dark Side of the Moon’ con el icónico rugido del león de MGM al comienzo de la cinta, se obtiene una experiencia perfectamente entrelazada en la que el metraje y la música se complementan a la perfección.

Desafortunadamente, se desconoce la procedencia exacta de este improbable maridaje; sin embargo, es a Charles Savage a quien se le atribuye el mérito de haber llamado la atención del público sobre este matrimonio. En un artículo de opinión para el Fort Wayne Journal Gazette en agosto de 1995, Savage nos abrió los ojos y los oídos a esta delicia sensorial.

El emparejamiento goza de momentos que funcionan a la perfección. El más destacado es el de la protagonista, “Dorothy”, quien echa a correr después de la icónica frase de “Time” que dice: “Nadie te dijo a dónde correr”.

Otra parte memorable del viaje se produce en “Breathe”, cuando el líder David Gilmour canta el estribillo “home, home again”, justo cuando la adivina aconseja a “Dorothy” que vuelva a su casa en la Kansas rural.

Un punto álgido más es cuando “The Great Gig In The Sky” comienza a sonar justo cuando un tornado aleja a “Dorothy” de Kansas hacia el reino mágico de Oz. Cuando abre la puerta a la delicia tecnicolor de Munchkinland, la segunda cara del disco comienza con “Money”, facilitando la transición.

Son estas bellas coincidencias las que han acercado a los fans de Pink Floyd a la experiencia del Mago de Oz x Pink Floyd a los largo de las décadas. Sin embargo, todos parecen estar encantados con la historia menos los propios integrantes de la banda, quienes en algunas ocasiones han demeritado el culto a ‘The Dark Side of Oz’.

En una de sus opiniones más amables sobre el acoplamiento, Alan Parsons, el emblemático ingeniero del álbum, dijo:

Sencillamente no había mecánica para hacerlo, no teníamos medios para reproducir cintas de vídeo en la sala. Creo que el VHS no había aparecido en el 72, ¿verdad?.

El baterista de Pink Floyd, Nick Mason, dijo a MTV en 1997: “Es una absoluta tontería, no tiene nada que ver con ‘El Mago de Oz’. Todo se basó en el sonido de la música”. David Gilmour incluso fue más incisivo que su compañero de banda, describiendo el esfuerzo como de “alguien con demasiado tiempo en sus manos”.