Por desgracia, no nacimos en los tiempos de las pin-ups para poder apreciarlas, pero su recuerdo sigue vivo gracias a las diferentes personas que se han dedicado a coleccionar obras originales y nos recuerdan lo hermosas que eran. Las mujeres pin-up eran mujeres americanas guapísimas, conocidas por vestirse muy bien y, a veces, revelar un poco de lo que hay abajo de su ropa, siempre haciéndolo con clase y sin ganarse una censura. Se trata de ser coqueta pero inocente, erótica pero nunca sexual, una combinación perfecta entre dulce y misteriosa.
La historia de las pin-ups se remonta hacia los inicios de la Primera Guerra Mundial. Para persuadir a los hombres a que se enlistaran para la guerra, los creadores visuales tenían que haces un estímulo para que esto sucediera, al parecer a las pin-ups les fue bastante bien. Después de eso, a estas chicas las veías en todos los calendarios y revistas del país. En la Segunda Guerra Mundial, estas imágenes se usaban para recordarles a los solados la razón por la que luchaban.
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La historia de las pin-ups está llena de contradicciones. Por un lado, se acusa de que es una manera de cosificar a las mujeres para el placer del hombre. Pero aún así, de cierta manera, es un movimiento feminista también, ya que permite a la mujer ser libre en su sexualidad y quitarse todas las normas impuestas. Las mujeres pin-ups se presentan como mujeres femeninas apegadas a los estándares de esa época y también son mujeres que reconocen su poder y su potencial.
