A lo largo de los años, Trent Reznor de Nine Inch Nails se ha explayado poéticamente sobre algunos de sus artistas favoritos; desde los dioses del rock clásico hasta algunos de los artistas pop más oscuros de su catálogo. Y por mucho que se defina por el sincretismo de su obra, su gusto siempre ha oscilado hacia la música pop. Esta última fluctúa entre los sonidos estridentes de los años ochenta y los albores de la era electrónica, cuando los sintetizadores empezaban a despuntar.

Entre sus grandes álbumes, también ha mencionado innumerables discos que considera puntos de referencia para lo que quiere hacer, ya sea trabajar en el ámbito del ambient o refinar su paleta musical. Aunque ninguno de los actos que se enumeran a continuación suena igual, todos tienen un hilo común: la evolución.

Las 5 bandas favoritas de Trent Reznor de Nine Inch Nails

Pink Floyd

Reznor siempre ha relatado cierta sensación de soledad en sus letras. Durante su etapa en Nine Inch Nails, su visión de la existencia siempre ha sido la de un extraño que mira desde fuera, sin tener a nadie con quien relacionarse. Puede que su experiencia vital no fuera fácil de entender, pero Roger Waters la conocía muy bien.

Cuando crecía en Pensilvania, Reznor se inclinaba por Pink Floyd, y ‘The Wall’ fue la piedra angular de su desarrollo musical: “Nunca había oído música con esa emoción desnuda y sincera. Fue un punto de inflexión para mí. Lo habré escuchado un millón de veces”.

Skinny Puppy

Nacido de los mismos sonidos decrépitos del techno, Reznor resonaba con el sentido del caos de Skinny Puppy. Cuando se le preguntó por los días gloriosos de la escena, los señaló junto con Ministry como “la música con la que me relacionaba a varios niveles: me gustaba su sonido, me gustaba la forma en que estaba hecha, me gustaba el mensaje, que parecía fresco en aquel momento”, dijo. “No había oído nada parecido. Era tan potente como el metal sin todas las tonterías metaleras que yo entendía o en las que me metía”.

Rush

Mientras algunos fans acérrimos miraban con desdén el periodo de sintetizadores de Rush, Reznor vio su verdadera vocación.

Al hablar de ellos en el documental ‘Rush: Beyond the Lighted Stage’, Reznor agradeció a Rush que diera más protagonismo a los teclados en álbumes como ‘Signals’, diciendo: “Yo venía de un entorno de teclados. Siempre te sentías un poco excluido porque los teclados no gustaban tanto. Con Rush, la forma en que integraban los sintetizadores me pareció muy emocionante. Era como sustituir a un guitarrista”.

The Cure

Aunque a Reznor nunca le han gustado las ceremonias, estaba más que dispuesto a incluir a The Cure en el Salón de la Fama del Rock and Roll, y les dio las gracias en su discurso de ingreso: “Uno de los aspectos más importantes de ser arrastrado por esta marea de nueva música fue escuchar a The Cure por primera vez. Mucha de la oscuridad que tenía en la cabeza volvía a mí a través de los altavoces, y me dejó alucinado”.

David Bowie

En declaraciones a Billboard, Reznor mencionó el papel que desempeñó Bowie en la formación de su ADN musical, y recordó: “Se cuela por ahí, de varias maneras. Así que volvía a la idea de Bowie y pensaba por un momento: ‘Eso es ser un artista’. Así que había ese tipo de influencia a distancia, a nivel de fan, aparte de que la música conectaba emocionalmente conmigo”.

Bowie acabó devolviéndole el halago a finales de los 90, llegando a interpretar su propia versión de “Hurt” en directo con Reznor en los coros.