El controvertido cineasta surcoreano Kim Ki-duk ha fallecido a los 59 años en un hospital de Letonia, donde estaba siendo tratado por Covid-19. La noticia fue informada inicialmente por Vitaly Mansky, director del festival de cine Artdocfest de Letonia, aunque luego fue confirmada por la familia de Kim vía medios coreanos. Se entendía que Kim estaba desarrollando un proyecto cinematográfico ambientado en la región del Báltico cuando se enfermó.

Nacido en 1960, Kim se hizo un nombre con una serie de proyectos violentos pero estéticamente desafiantes, incluyendo The Isle (2000) y Bad Guy (2001), la primera de las cuales fue aprobada por la Junta Británica de Clasificación de Películas por crueldad animal. Posteriormente se convirtió en un referente en el circuito de festivales internacionales con películas como Primavera, Verano, Otoño, Invierno … y Primavera (2003) y 3-Iron (2004). Pasaría a ganar el León de Oro en Venecia con su película de 2012 Pieta, que The Guardian describió como “llena de la ira y agonía característicos de Kim”.

Sin embargo, la carrera de Kim como director se descarriló después de que en 2018 fuera acusado de violación y agresión sexual por parte de tres mujeres, junto con su colaborador actoral frecuente, Cho Jae-hyun. Los cargos contra Kim se retiraron por falta de pruebas, pero fue multado con 5 millones de won coreanos. Luego, Kim demandó a una de sus acusadoras y a los realizadores de un documental sobre el caso por difamación, pero perdió. Kim completó una película más después del escándalo, la cinta en ruso Dissolve, que se rodó en Kazajstán.