Helado Negro crea universos complejamente bellos. Desde que escuchamos el álbum Canta Lechuza, Roberto Lange (mente detrás del proyecto) nos sorprendió con sus atmósferas sonoras, las cuales se pueden describir burdamente como pop de alcoba, aunque eso sería sumamente injusto.

Roberto tiene ascendencia latina, sus padres son ecuatorianos pero él nació en E.E. U.U. toda su vida ha estado rodeado de la cultura estadounidense y la latina. Situación que permea su música y la enriquece aún más. Por un lado tenemos la tecnología americana con los sintetizadores, los samplers y los loops, y por el otro, Roberto conserva la cadencia, el ritmo y la ternura latinoamericana.

Hace unos meses, Helado Negro se presentó en el Cine Tonalá de la Ciudad de México, donde proyectó unos cortometrajes que había hecho. Al platicar con él sobre esto nos dijo que él percibe la música de manera muy visual, ya que además de estudiar cine en la universidad, no es un músico de academia así que desconoce la técnica. Cuando escuchamos Invisible Life, su más reciente álbum, esto se hace evidente. Roberto no necesita saber cómo tocar un acorde disminuido en Do menor, eso es irrelevante para su música, lo importante son todas las imágenes y sentimientos que logra transmitirnos.

Nos da la bienvenida con “Ilumina Vos”, la cual empieza con sonidos que parecen provenientes de una máquina que acaba de prender y está lista para llevarnos en un viaje mágico musical. La segunda parada es “Lentamente”. El paisaje creado por Helado Negro en este álbum es etéreo y difícil de describir. Tienes ambientes selváticos, pantanosos, nebulosos, otros más tranquilos y delicados, lo cierto es que en ningún punto corre peligro nuestra vida, aquí se respira aire puro y el mal no existe. Esta segunda canción es ligeramente más up-tempo que la anterior, las raíces latinoamericanas de Roberto están presentes de manera muy sutil pero efectiva. “Dance Ghost” es totalmente tropical y onírica, fácilmente podemos imaginar cómo entran los rayos de luz a través de la copa de los árboles.

Vamos en la segunda parte del paseo, “U Heard” nos recibe con una percusión constante pero delicada, los sintetizadores suenan y anuncian a los visitantes. Esta canción da paso a una más electrónica y espacial, “Catastrophe”. Aquí el vehículo que nos transporta acelera la velocidad y nos presenta un paisaje no viste antes, más up-tempo y juguetón. Después de aumentar el ritmo, “Árboles” nos adentra en una ceremonia de la tribu nativa del lugar. Los tambores son los actores principales de esta pieza, al final, la letra reza cual mantea “Atrás de tí” hasta el infinito. En “Relatives”, John Philpot de Bear in Heaven, viejo amigo de Roberto, coopera a crear una experiencia aún más sensorial con su delicada tesitura.

“Junes” regresa el ritmo acelerado y divertido, nuestros pies siguen bailoteando mientras Roberto canta con su voz que siempre suena igual pero que logra transmitirnos más emociones que si gritara y se desgarrara en cada tema. Los guiños a la música disco se hacen presentes mientras nos acercamos al final. “Cuantas” nos regresa lentamente al lugar donde partimos, el viaje llegó a su fin y nuestro capitán Roberto Lange nos lleva con cuidado a casa. “Catch That Pain” nos hace dudar si todo lo que vivimos en las nueve canciones anteriores fue un sueño. Triste pero esperanzadora al mismo tiempo, esta pieza flota y delicadamente sobre el espacio auditivo y nos hace sentir ligeros como plumas de ave. Los últimos diez segundos son el final perfecto para un viaje contemplativo a un mundo inventado por Helado Negro. Ahora estamos listos para enfrentarnos a los dilemas diarios que vivimos los hombres del nuevo siglo.