Fujimoto / Foto: Facebook personal de Fuhimoto

Toshifumi Fujimoto / Foto: Facebook personal de Fujimoto

¿A quién no le gusta irse de vacaciones, pasar un tiempo en la naturaleza, alejado del mundo cotidiano, o visitando los museos más importantes del mundo, o incluso, nadando con tiburones? Hay viajes para todo tipo de personas, las aventureras tienen el deporte extremo, en el que hay un ligero riesgo de que les pueda pasar algo, ahí radica la adrenalina de practicarlo, sin embargo, esos son juegos de niños comparado con el turismo bélico. Conzcan a Toshifumi Fujimoto.

También te puede interesar: “En Japón es contra la ley bailar”

El turismo oscuro se centra en algo más allá de la emoción de estar frente a frente con la “Mona Lisa” o escalar el Everest, aquí la guerra y las zonas de desastre son el centro de atracción para los turistas. De esta manera, Toshifumi Fujimoto, un japonés aburrido que cansado de la rutina diaria de vivir para trabajar y trabajar para vivir, decidió ocupar sus días vacacionales para vivir la guerra de Siria en carne propia (y como buen turista, con un par de cámaras fotográficas en el cuello, aquí pueden ver sus fotos pero debemos advertirles que son muy explícitas). No, no está loco, esta práctica es cada vez más común entre los turistas que buscan algo arriesgado, y que tienen el dinero para costearlo, porque obviamente no es nada barato.

Así como Fuhimoto, hay quienes optan por otros destinos como esquí extremo en las montañas de Pakistan con vista a la ciudad donde Osama Bin Laden se escondió muchos años. La ruta por Libia y Abu Salim, una de las peores cárceles fundadas por Gaddafi, también se encuentra en el mapa de destinos del turismo oscuro. Se preguntarán, ¿cómo le hace uno para irse a esos viajes? Sencillo, hay agencias de viajes especializadas: Wild FrontiersWar Zone ToursUntamed Borders y Political Tours.

Alba Muñoz de Playground lanza una pregunta interesante al aire:

En la era de la anestesia general, ¿son necesarias cada vez experiencias más extremas para sentirse vivo?

Ustedes, ¿se irían de vacaciones a un campo minado en Israel? ¿Visitarían los campamentos de refugiados en la frontera sur de México? ¿Intentaría cruzar la frontera con Estados Unidos, “sólo para ver qué se siente”? ¿Qué tan sano es que el ser humano esté buscando estas experiencias en su vida? Sin duda, esto habla de un inmenso vacío y una gran falta de valores que nos permitan disfrutar situaciones cotidianas que vivimos como individuos y como sociedad.

Fujimoto / Foto: Facebook personal de Fuj imoto

Toshifumi Fujimoto / Foto: Facebook personal de Fujimoto

Fujimoto / Foto: Facebook personal de Fujimoto

Toshifumi Fujimoto / Foto: Facebook personal de Fujimoto