Seguramente tú, como miles en el mundo, reconoces a Keanu Reeves como uno de los actores más destacados de los últimos tiempos; pero lo que pocos admiradores del histrión canadiense saben es que en la década de los noventa tenía una banda de rock, y que a decir verdad, no fue tan buena ni tan exitosa como su carrera en el mundo del séptimo arte. De hecho, fueron abucheados durante su única presentación en Glastonbury, el gigante de los festivales europeos.

Fue durante sus gloriosos años de juventud que Keanu Reeves formó parte de Dogstar, una agrupación de rock alternativo cuyo nacimiento se dio al interior de un supermercado, luego de que Keanu comenzará una plática casual con Robert Mailhouse (Seinfeld). Como parte de la alineación, el hijo pródigo de Hollywood tocaba el bajo, y hacía algunos coros.

Y con tan solo un material de larga duración en su haber (Our Little Visionary, 1996), el ensamble fue invitado a tocar en Glastonbury 1999, sobre el escenario principal, poco antes del turno de Queens Of The Stone Age. Pero bien dicen por ahí que una cara bonita no es sinónimo éxito, y a pesar de que Keanu recién había estrenado su protagónico en Matrix (1999), no le alcanzó para convencer al público de Glastonbury, quienes de acuerdo al periodista Stuart Miller, los bajaron a punta de naranjazos.

En el escenario, Keanu encontró poco para atraer a la audiencia del evento: miembros del público no impresionados arrojaron naranjas y otras frutas a su bajo

Stuart Miller para The Guardian

Tres años más tarde, Dogstar finalizaría su atropellado paso por la escena musical, y aunque el público de Glastonbury no supo apreciar su arte, quien sí lo hizo fue David Bowie, luego de invitarlos a abrir el show que ofreció en el Hollywood Palladium de Los Ángeles en 1995. Una experiencia que sin duda, Keanu debe de recordar con mucha nostalgia y gratitud.