¿Qué es lo que tanto nos asusta de The Joker?

¿Es acaso la realidad del personaje? ¿Es el exagerado nivel de maldad en un villano que no tiene “superpoderes” y que aún así, en su humanidad y “normalidad”, logra un nivel aterrador de locura que cualquiera de nosotros, humanos simples, podríamos alcanzar si nuestra mente se descontrolara?

Si existe un personaje que ha evolucionado con el paso de los años ese ha sido el némesis de Batman. Desde el rey del

“El Príncipe del crimen”, es un personaje con sus propios demonios internos que a lo largo de los años y las interpretaciones se fue volviendo cada vez más oscuro, hasta incluso terminar con la vida de Heath Ledger.

¿Qué se espera del Joker de Phoenix?

Una versión real; humana. Menos “filósofa” como la de Ledger, y más justificada en los efectos que una sociedad puede causar en la frágil mente de quienes habitan en ella.

Pero antes de conocer al nuevo, vamos a dar un repaso por las interpretaciones que fueron evolucionando a dicho personaje:

César Romero

The Joker apareció por primera vez en televisión en el episodio “The Joker is Wild” de la serie ‘Batman’ (1966 – 1968). En el capitulo el arlequín escapa de la cárcel a través de una máquina de resorte que lo catapulta sobre el muro de la prisión durante un juego de béisbol. Luego, desarrolla un cinturón con serpentinas de estrangulamiento y bombas de humo para combatir a Batman y Robin. César Romero, actor estadounidense de origen cubano, quien se distinguía por interpretar papeles de “latin lover” fue el primero en encarnar al villano.

Abrazó por completo la dirección del personaje, pero se negó absolutamente a afeitarse el bigote que lo caracterizaba por lo que los maquillistas debían blanquearlo cada vez que aparecía en escena.

¿Cual fue su sello de distinción?

Que era un Joker puramente loco; salido de un manicomnio cuya actitud era la de un niño grande con malas intenciones pero nada más. No un genio, no un rey del crímen. Sólo un loco haciendo locuras.

Y eso nos pasa a Jack Nicholson…

La interpretación de Nicholson tomó elementos de la versión de Romero, para reinvindicarlos por un camino aterrador. Explotó al máximo el temperamento  errático y la tendencia a momentos de humor con extrema violencia del personaje. Además, agregó el uso del gas mortal que deja a las víctimas con una siniestra sonrisa, así como la legendaria y fatídica frase: “¿has bailado alguna vez con el diablo a la pálida  luz de la luna?” 

A pesar de que The Joker muere en el climax de la película, el impacto del personaje fue tan grande que críticos y seguidores aún mencionan la actuación de Nicholson como el aspecto más destacado de la película.

¿Y cuál fue ese?

La de un criminal desalmado que disfrutaba de quitar vidas. Sí, por primera vez teníamos a un Joker “asesino” que además, presentaba un trastorno de bipolaridad psicópata mezclada con una mente criminal.

Mark Hamill

Mark Hamill, conocido por darle vida a Luke Skywalker en la saga de ‘Star Wars’, tomó el lado oscuro de la fuerza y adaptó el violento drama de Jack Nicholson y la pantomima de César Romero para crear un The Joker completo, lleno de caos y humor negro. La risa característica de Hamill hizo del Joker el personaje más entrañable de la serie, que vio el nacimiento de su compañera Harley Quinn (igualmente maniática, pero menos maliciosa), a tal punto que se convirtió en la voz del personaje en varias adaptaciones de videojuegos.

Y finalmente, el rey de reyes, “The Joker” de todos los Jokers:

Heath Ledger

“¿Por qué tan serio?”, una pregunta escalofriante y característica de la oscura versión que Heath Ledger que estudió al personaje desde ‘The Killing Joke’, novela gráfica de 1988, que se centra en cómo el Joker se convirtió en un criminal mentalmente trastornado.

Para prepararse para el papel, además de estudiar las representaciones cómicas más oscuras del villano, el actor utilizó de forma tortuosa “el método” de la escuela de actuación, documentando sus experiencias en lo que él llamó un “El diario Joker”. Trabajar en el personaje hizo que su mente se acelerara demasiado, lo que lo llevó a dormir por de dos horas por noche. El 22 de junio de 2008 falleció a los 28 años a causa de una sobredosis de pastillas para dormir y analgésicos.