El furor por Peso Pluma y los corridos tumbados/bélicos está verdaderamente fuera de control. Y es que, aunque las canciones de este género musical dominan el mercado internacional, no agradan a todos los sectores de la población mexicana. Recientemente, se viralizó la noticia de que un plantel del CONALEP ha prohibido a sus alumnos asistir a clases con el corte de pelo de Peso Pluma, desatando así la conversación digital.
Según fuentes nacionales, un plantel del CONALEP en San Pedro, Coahuila, prohibió el ingreso del alumnado que lleve el corte de cabello de Peso Pluma. Supuestamente, las autoridades escolares avisaron con antelación sobre esta medida tanto a padres de familia como alumnos, declaración que los estudiantes han negado a través de redes sociales.
Mientras tanto, la CONAPRED (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación) ha reiterado (a través de El Financiero) que ninguna institución puede negarle el derecho a la educación a los alumnos por su apariencia, y ello incluye el tipo de peinado. Aunque se trate de un “reglamento interno” no es aplicable, pues caerían en una falta administrativa ante la dependencia.
El CONALEP no es la única organización que busca prohibir a Peso Pluma y los corridos bélicos. Un restaurante del mismo estado (Coahuila) se hizo viral por asegurar que en su establecimiento no ponen a Peso Pluma. En redes sociales, el restaurante La Yarda Food Station declaró:
“(…) Por lo tanto nos limitamos a poner música de Peso pluma, canciones que alteran el orden y que no aportan algo de productivo para la juventud de estos tiempos, que cabe mencionar son bombardeados por todos lados con malas influencias…”.
Muchos individuos y organizaciones están preocupados por la influencia que Peso Pluma y artistas similares puedan tener en las infancias y juventudes mexicanas, pues las letras que cantan hacen “apología a la violencia y la cultura del narcotráfico”.
Esta aseveración ha escalado incluso a los gobiernos estatales, pues recientemente la administración de Cancún, en Quintana Roo, prohibió la realización de conciertos de géneros musicales que enaltezcan la violencia, incluidos los corridos.
