Estamos tan acostumbrados al nombre de Lorde –a oírla y leer sobre ella–, que resulta increíble pensar que hasta hace poco más de un año, no teníamos idea de que existía. El ciclo en el que la cultura popular se mueve cada vez es más corto, y el tiempo que toma pasar de “la nueva chica” a “la súper estrella pop”, nunca había sido tan breve como en el caso de esta neozelandesa.

Lorde, ante el ojo no entrenado, parecería el estandarte perfecto para una nueva generación de músicos-fenómeno; cuyas obras no pueden ser comprendidas sin su contexto, y cuyas palabras se vuelven casi de inmediato parte de un discurso mediático que los rebasa, y que eventualmente les dará la espalda. Es la historia más vieja del pop (ahora contada más rápido).

Recordemos cómo eran los primeros titulares dedicados a ella: “La chica de 16 años que tienes que conocer”, “La adolescente neozelandesa que cambiará/salvará el pop”… Al parecer, los medios no descubrieron a Lorde, la crearon…

Sin embargo, en la ironía más hermosa de la que es capaz la cultura popular, Lorde resultó no ser una estructura customizable, un vehículo vacío en el cual verter nuestras necesidades de encabezados y clicks. En su lugar nos encontramos con una persona talentosa e independiente, no hay titiriteros detrás de las cortinas, es más; no hay cortinas.

Lo anterior se hizo evidente desde nuestra primera entrevista con ella, en agosto del 2013, época en la cual aún asistía a la escuela y su perspectiva del mundo estaba totalmente limpia. Ahora, con más canciones, conciertos premios Grammy y vida, todo ha cambiado un poco, ya no sólo se trata de tener nuevas aventuras y vivir el presente; es hora de tomar la fama y trasformarla en consolidación, en un segundo disco y en una carrera memorable.

¿Te preocupa que el mundo te pueda dejar de amar tan rápido como comenzó hacerlo?

“Sé que a la gente le gusta construir cosas para verlas caer. Pero en realidad no es algo que me preocupe mucho, sé que a mis fans les gusta lo que hago y cómo lo hago. No creo que esa conexión desaparezca”.

A pesar de tener una carrera muy joven, la relación de Lorde y sus fans es comprobable. Le pregunté si se había enterado de que para su concierto en la Ciudad de México, hubo gente formada desde la noche anterior.

 “Sí y me sentí tan mal por no poder salir a conocerlos. Nuestra agenda estaba calculada al minuto, e incluso tuvimos que salir corriendo del concierto al aeropuerto, para tomar el vuelo a Nueva York y llegar al concierto de Salón de la fama…”

Se refería, más específicamente, a su presentación en la ceremonia de inducción de Nirvana al Salón de la fama de Rock and Roll, durante la cual compartió escenario con Kim Gordon y Joan Jett. Esto sin duda fue un sueño hecho realidad, pues a pesar de no haber nacido cuando Sonic Youth y Joan Jett & The Blackhearts dominaban al mundo, Lorde conoce bien su historia. Ante la imagen de esta tres mujeres tocando juntas, el concepto de feminismo viene a la mente.

 “Sí, me considero una feminista, y me hace feliz que la gente me vea de esa manera. El feminismo es sólo buscar equidad; no creo que deba tener menos oportunidades porque soy mujer. Quiero y merezco que me tomen en serio, y creo que en mi caso ha funcionado. No me parece que los medios o la industria sea muy sexista conmigo. Lo cual es bueno… Pero no se puede negar que las mujeres batallan con cosas diferentes que los hombres en la industria de la música. Es decir si un hombre está en la portada de una revista de música, generalmente se debe a que dicha publicación cree que se trata de un artista serio, o de una leyenda o gran músico. Pero si una mujer está en la portada, algunas veces es porque creen que es lo suficientemente sexy o hermosa como para venderles muchas revistas… Me parece muy extraña esta diferencia”.

Una semana antes de nuestra charla, Lorde se había involucrado en una pequeña controversia con Complex Magazine, y asumí que las últimas líneas de su respuesta hacían referencia a este suceso. El micro escándalo ocurrió de la siguiente manera: unos meses después de darle una portada a Iggy Azalea, Complex Magazine reseñó muy desfavorablemente su disco debut. Cosa que a la cantante neozelandesa le pareció incongruente y mal intencionada.

“Le dieron una cover story un par de meses antes de que lanzara su disco… Y a mí me pareció un tiempo muy breve como para cambiar tanto de perspectiva, pasar de alentar el trabajo de una artista a criticarla tan fuerte. Sólo me cuestiono los motivos de este tipo de publicaciones”.

Unos días después de nuestra entrevista, Complex respondió a Lorde a través de un texto claro y bien escrito. En éste explicaba que al momento de hacer la portada, el disco en cuestión aún no existía, por lo que no se podía saber si era bueno o malo. Pero más importante que eso, la revista subrayaba lo necesario que es para un medio cambiar de opinión. Es decir, no por hablar mal del primer disco de una banda, tienes que hablar mal del siguiente, y viceversa. La congruencia periodística no se mide a dos tintas.

Dejando un poco la controversia de lado, decidí preguntarle si a ella le había gustado el disco de Iggy, si le gustaba el hip-hop en general y por qué había decidido tocar un cover a Kanye West en su gira…

“Me gusta mucho el hip-hop, y en realidad no suelo escuchar a muchos artistas contemporáneos, prefiero cosas como Black Star, Mos Def o Outkast. En el caso de Kanye, me encanta lo que hace y creo que escogí “Hold My Liquor” porque funciona muy bien con mis canciones, resalta ese lado melancólico y un tanto oscuro que hay en mi música. El verso de esa canción realmente subraya cómo se siente crecer. Ese momento en específico cuando tomas consciencia de que estás creciendo; es real, es difícil y caótico”.

Es hasta este momento que recuerdo que estoy hablando con una chica de 17 años. Lorde parece exudar seguridad, más durante sus shows en vivo, sin embargo esto no refleja totalmente cómo se siente en el escenario o en general.

“Tomar confianza en el escenario es algo que he ido aprendido. Al principio no sabía cómo actuar o qué hacer, y supongo no me veía nada cool. Ahora creo que entiendo mejor cómo funciona, y cómo trasmitir cada tema… pero aún no creo verme del todo cool (risas)”.

Me sorprendió descubrir la clase de cosas que Lorde piensa a sus 17 años; en la portada de su próximo disco, en grabar, disqueras, giras, cómo actuar y qué canción de Kanye coverear…

¿Extrañas la normalidad, tener una rutina que no incluya giras o entrevistas?

“No, no lo creo. Es decir, no tengo que estar sentada en una clase biología (risas). En lugar de eso puedo viajar a San Miguel, a la Ciudad de México y cantar. Pero, al mismo tiempo, yo no he tenido la oportunidad de pasar la noche acampando en la fila de concierto, seguro es genial. En general creo que hay más cosas por agradecer, que por añorar”.