Foto: Vogue US.

Foto: Vogue US.

La cultura pop suele ser muy injusta con sus ídolos, los alaba al tiempo que los destruye y encasilla en percepciones que nadie puede llenar y que, a la vez, no hacen más que decepcionar al espectador. La manera en la que consumimos bienes culturales ha cambiado, ahora no sólo basta con la obra, sino que debemos devorar al creador en sí; consumir fotos de él caminado por la calle, saber todo de su vida amorosa y esperar con ansías a que haga algo digno de un escándalo.

Pero, ¿qué pasa cuando el autor y la obra son la misma cosa, cuando el producto es la vida en sí? Pasa Kim Kardashian, personaje que desde hace unos años rige la cultura popular con el producto de su glamurosa cotidianidad. Su nombre y rostro son reconocibles para gente de todo el mundo, y no sería muy aventurado decir que es una de las personas más importantes de esta tierra. Sus acciones tienen grandes repercusiones, desde la capacidad que tiene una foto suya de recolectar clicks, hasta el poder de venta que su nombre le da a cualquier producto que lo cargue.

Este poder, totalmente práctico, es generalmente utilizado para vender revistas o conseguir likes en Instagram, sin embargo –en un acto que demuestra que ninguna celebridad, hasta la que más consideramos “tonta” o “vacía”, puede encajar en nuestras casillas estereotipadas de percepción– Kim Kardashian ayer escribió una entrada en su blog, en la cual toca con bastante precisión y honestidad el tema del racismo.

En un breve texto, Kim comparte lo siguiente:

“Para ser honesta, hasta antes de tener a North, nunca le di al racismo o discriminación mucho pensamiento. Es, evidentemente, un tema que apasiona a Kanye, pero supongo que era más fácil para mí creer que se trataba de la batalla de alguien más. Sin embargo, recientemente he leído y experimentado en persona, ciertos incidentes que me han repugnado y obligado a tomar nota sobre el tema. Me di cuenta de que el racismo sigue vivo y está tan lleno de odio como siempre. Siento una responsabilidad como madre, figura pública y ser humano de hacer lo que pueda para asegurarme, que no sólo mi hija, sino cualquier niño, no tenga que crecer en un mundo donde la gente es juzgada por el color de su piel, su género, o su orientación sexual. Quiero que mi hija crezca en un mundo donde el amor del uno al otro, sea lo más importante. Así que el primer paso que estoy tomando es el de dejar de fingir que este asunto no es mi problema, porque sí lo es, es problema de todos…”

Foto: Instagram oficial Kim Kardashian.

Foto: Instagram oficial Kim Kardashian.