Pablo

Pablo Malaurie es un extraño fenómeno de la música argentina, uno que no responde a ninguna tendencia o corriente artística. Simplemente es él mismo y su música sobresale por eso. Malaurie comenzó su carrera en la música dentro de la banda de folk psicodélico Mataplantas, pero ha recorrido un largo e interesante camino desde ese entonces.

Uno que lo ha llevado a protagonizar una película presentada en el festival de cine de Cannes (Loverboy), convertirse en la musa del cineasta francés Vincent Moon para la Blogotheque y abrir conciertos para Devendra Banhart. El diverso camino de su vida parece ser un reflejo de su música (o tal vez es al revés), Malaurie es único. En su primer álbum solista se presentó a sí mismo como un curioso experimentador del folk, combinando ukuleles y guitarras acústicas con su peculiar voz.

El resultado era música tropical con un toque extraño que recordaba tanto a los grandes compositores del folk, como a los músicos más experimentales del Brasil sesentero. Su sonido era diferente y exitoso en potencia, sin embargo, alguien tan diverso como Malaurie no podría repetirse. Por eso, para su segundo álbum (El Beat de la Cuestión) decidió cambiar su feroz ukulele por uno que otro sintetizador y varias sampleadoras que le dieron un giro electrónico a su música. ¿El resultado? Un nuevo sonido con la misma rareza de Pablo Malaurie.

Así que si hoy se sienten raros, con ganas de escuchar algo extraño y de encontrar algo diferente vayan a Sony Music Unlimited y escuchen los extravagantes sonidos de Pablo Malaurie.